El pequeño Rayan, de 5 años, fue ayer rescatado sin vida tras permanecer cinco días en el fondo de un pozo de 32 metros, informó la Casa Real de Marruecos. El niño fue sacado del agujero perforado y metido con urgencia en una ambulancia que aguardaba en el lugar en medio de un gran despliegue de seguridad.

Precisamente, dicha urgencia en su traslado al hospital hizo pensar inicialmente que el pequeño se encontraba con vida.

Varios rescatistas, junto con un equipo médico, entraron ayer por la tarde en un túnel horizontal que los técnicos marroquíes habían preparado poco antes tras acabar la última fase de excavación. Fuera del pozo, ante un numeroso grupo de espectadores, había una ambulancia preparada para su traslado con los padres de Rayan dentro.

En la zona había un amplio dispositivo de seguridad y varios técnicos, y efectivos de la Protección Civil, Ingeniería Civil, expertos en Topografía, además de efectivos de la Gendarmería Real y las Fuerzas Auxiliares que formaron una barrera de seguridad para evitar el acercamiento de los ciudadanos al lugar de rescate.

Rayan cayó el pasado martes en un pozo estrecho de 32 metros de profundidad en la localidad norteña de Ighran. Para rescatarlo, los efectivos marroquíes excavaron primero en vertical en paralelo al pozo y luego en horizontal, en una operación delicada en la que se usa pequeño material debido a la naturaleza frágil de la tierra en la zona para evitar fisuras o derrumbes.

Las redes sociales en Marruecos y en varios países del mundo árabe se volcaron desde el pasado martes en expresar su solidaridad a los padres del pequeño. Muchos internautas cambiaron sus fotos de perfil por la de Rayan.

El caso de Rayan recuerda al del pequeño Julen de 2 años, rescatado sin vida en Málaga en 2019 tras permanecer 13 días en un pozo a 71 metros de profundidad.