ada año, al menos una persona fallece en Navarra debido al vuelco de su tractor durante labores agrarias o ganaderas. Y aunque pueda parecer un número pequeño en comparación con otras causas, lo cierto es que la magnitud de este tipo de accidentes laborales es importante cuando los expertos advierten que casi la totalidad de ellas son muertes evitables mediante algo tan sencillo como llevar el cinturón de seguridad y utilizar un vehículo que cuente con una estructura de protección antivuelcos (rollover protection system, ROPS por sus siglas en inglés).

“El ROPS no es más que la cabina del tractor, pero no solamente diseñada para proteger del frío y la lluvia, sino con pilares en la cabina o un arco”, explica Carmen Jarén, catedrática de Ingeniería Agroforestal en la Universidad Pública de Navarra (UPNA), centro que ayer acogió la primera de una serie de sesiones para sensibilizar sobre su uso enmarcadas en la campaña Tu vida, sin vuelcos/Ez irauli zure bizitza.

Esta simple pero eficaz estructura permite que, en caso de accidente, “el tractor solo dé un cuarto de vuelta, pero no ruede, y por lo tanto no se quede boca abajo. Además, al deformarse la cabina no se invade la zona que ocupa el tractorista”, añade Jarén. El ligero armazón hubiese permitido evitar los al menos 18 accidentes laborales por este motivo que se han registrado en la Comunidad Foral desde 2004, una cifra que seguramente será superior ya que solo se contabilizan los ocurridos en trabajadores en activo y los recogidos en la prensa, sin contar por ejemplo los ocurridos con personas jubiladas, familiares que ayudan puntualmente o menores de edad. En general, los factores de riesgo para el vuelco de un tractor son trabajar en terrenos con pendiente, en zonas de hierba mojada, cerca de taludes o con remolques, ya que un tercio de los vuelcos se producen en tractores que llevan esta extensión.

A pesar de su incuestionable efectividad, la implantación del sistema ROPS en el parque de tractores actual es harto complicada. “Actualmente el número de tractores sin estructura de protección es muy elevado”, reconoce Isaac Abril, presidente del Grupo de Trabajo del Sector Agrario de la Comisión Nacional de Seguridad y Salud en el Trabajo (CNSST), que expone que, según las estimaciones que manejan, en el Estado hay 300.000 sin esta estructura debido a su antigüedad.

A pesar de que la normativa europea obliga a poner en el mercado tractores con estructura ROPS, y todas las nuevas ventas deben tener ese elemento de protección incorporado, la alargada vida útil de los vehículos hace que la gran mayoría no cuenten con este sistema que, junto al cinturón de seguridad, hace que “el 99% de la gente sobreviva a un vuelco”.

Para hacerse una idea de lo obsoleto que es el parque de tractores actual, cabe recordar que el año pasado se prohibió la venta de los que tengan de más de 40 años de antigüedad y que no dispongan de protección antivuelco. El aguante de estos vehículos, unido a “un sector envejecido, que muchas veces no entiende ni usa toda la electrónica que viene en los nuevos modelos”, hace que el problema se perpetue.

Ante esta circunstancia, la CNSST está “impulsando un programa de equipamiento” para modelos antiguos, ya que solo hay “tres estructuras homologadas para equipar a tres modelos de más de 40 años”. “Con un parque tan antiguo y atomizado, con solo unas 4.000 unidades de 300.000 compatibles con la estructura, es muy difícil hacerlo”, admite Abril.

Sin embargo, la entidad ha logrado agrupar por características a los tractores en 13 categorías para que una sola estructura pueda servir para varios modelos. Sin embargo, esto se necesita un gran trabajo detrás. “Hay que impulsar ensayos, diseños, homologar estructuras, para abrir el abanico a los agricultores y ponerles a su disposición”, desarrolla Abril.

En general, el futuro de este ámbito se centrará en “hacer atractivo tanto para los fabricantes como para los agricultores” la instalación del ROPS, “incentivando a los fabricantes para que les sea atractivo este mercado y a los agricultores para que les sea más asequible adquirir la estructura”. Y, tras poner “soluciones económicas” que contribuyan a soluciones este asunto, “es necesario obligar a que esos tractores cuenten con esa estructura de protección”.

Las jornadas de sensibilización se desarrollarán durante marzo y abril. “Hemos organizado dos tipos de jornadas: ocho para agricultores, que se harán por comarcas agrarias empezando de la Ribera hacia el norte; y luego otras seis con los centros de FP, tanto la Escuela Agroforestal de Pamplona como el IES Ribera del Arga de Peralta”, cuenta Aingeru Pérez, técnico de prevención del Instituto de Salud Pública y Laboral de Navarra.

Esta campaña se celebra en los periodos de “menor actividad agrícola” para llegar al máximo número de personas de un sector al que “cuesta mucho llegar” por su intensa actividad. Por ello el ISPLN, además de colaborar con Desarrollo Rural y Medio Ambiente, contará con la ayuda de la Unión de Cooperativas Agrícolas (UCAN), el Servicio de Prevención Mancomunado Agrario de la UAGN, el sindicato agrario EHNE y la sociedad pública Intia.

“En Navarra hay uno o dos fallecidos cada año por accidente laboral al volcar su tractor”

Catedrática Ing. Agroforestal de la UPNA

“Llevando cinturón y ROPS, el 99% de las personas sobreviven

a estos sucesos”

Sector Agrario CNSST

“Hay que sensibilizar también en la conducción segura como medida de prevención”

Técnico de prevención del ISPLN