Dicen que una imagen vale más que mil palabras, y lo que encontraron en la cabina del camión los agentes de la Policía Foral que le dieron el alto fue muy elocuente: cuatro botellines de cerveza y otras botellas de alcohol sobre el salpicadero, todas vacías. La Audiencia Provincial de Navarra ha condenado a 9 meses de prisión y 1 año y medio de retirada del carné a un camionero que circuló de forma temeraria por la carretera N-121-A, donde realizó un adelantamiento prohibido y se dio a la fuga tras golpear a otro camión estando bajo los efectos de l alcohol.

Los hechos declarados probados tuvieron lugar el 25 de enero de 2020, sobre las 16.25 horas, cuando el acusado circulaba por el tramo de Belate de la carretera N-121-A en sentido Pamplona. "La N-121-A en ese tramo de Belate es una típica carretera de montaña con pendientes pronunciadas y largos viaductos y túneles. A pesar de tales características, presenta una gran densidad de tráfico, en especial de camiones que se dirigen, o provienen de Francia y otros países europeos", destaca la sentencia.

El acusado conducía su camión y remolque, hacia Pamplona, en dirección ascendente, en un tramo que dispone de dos carriles, uno situado más a la derecha de circulación lenta, y el de la izquierda, que limita con la línea continua que separa el carril del sentido contrario, en sentido Irun.

Por los dos carriles en dirección Pamplona circulaban dos camiones, uno de ellos adelantando al otro. En aquel momento, saltándose la señal horizontal de prohibido el adelantamiento, el acusado comenzó a adelantar a los dos camiones, para lo cual invadió el carril de sentido Francia.

ADELANTAMIENTO PROHIBIDO

Esta maniobra indebida provocó que un vehículo que circulaba por su carril correctamente en sentido Francia se viera obligado a reducir su velocidad y a advertir de su presencia mediante señales con las luces de carretera, momento en el que el acusado, con la finalidad de impedir la colisión, intentó acceder a su carril de circulación, sin darse cuenta de que no había rebasado por completo al camión que circulaba por el carril central, al que golpeó con la parte trasera del remolque en el espejo retrovisor. Dicho vehículo, a su vez, golpeó al otro camión.

Pese al incidente, el acusado no detuvo su camión, sino que prosiguió su camino hasta ser detenido por agentes de la Policía Foral en la Ronda de Pamplona (PA-30), a la altura de Azoz. En el momento de la detención, los agentes observaron que el acusado presentaba claros síntomas de encontrarse influenciado por la ingesta de bebidas alcohólicas: olía a alcohol, le costaba reaccionar ante las preguntas de los agentes, mantenía una actitud chulesca ante ellos, e incluso llegó a insultarles. Ante el requerimiento para someterse a las pruebas de alcoholemia, se negó.