-¿Cómo surgió el documental AMA-DAS?

-Hay proyectos que los buscas tú y otros, como en este caso, que te encuentran. Tenía contacto con Cocemfe Navarra y ellos querían hacer una pieza audiovisual para reflejar un estudio que habían realizado y en el que se mostraba que casi el 50% de las mujeres de sus talleres habían sufrido o estaban sufriendo violencia de género. Al ver el potencial que tenía esta historia, decidimos que, además de una pieza corta, debíamos hacer algo más profundo con más tiempo para reflexionar.

¿Por qué el título de AMA-DAS?

-(Ríe). Es un juego de palabras con el hecho de que, cuando amas, te das, no es solamente recibir. Muchas veces, dentro de los contextos de las relaciones y del amor, suele estar desequilibrado. Aquí la idea es que, cuando amas, te das y recibes y hay que buscar ese equilibrio. Y también veíamos que, en muchas entrevistas y encuentros con las mujeres usuarias de Cocemfe, muchas nos decían que no se habían sentido nunca amadas o se preguntaban si alguna vez serían amadas.

La semana que viene se expondrá en el Festival Internacional Ismailia de Egipto. ¿Qué supone para vosotras?

-Estamos muy contentas y especialmente de que sea en Egipto, un país con un contexto complicado para la discapacidad y para las mujeres. Dicen que nadie es profeta en su tierra y ahora resulta que estrenamos en Egipto. Desde el principio, el objetivo de esta película era que llegara al mayor público posible y esto es un muy buen comienzo.

¿Cómo espera que se reciba el documental en el mundo árabe?

-Es la primera pregunta que nos hicimos al recibir la invitación del festival del Egipto. Es increíble que el estreno de esta película vaya a ser en un país árabe con todo el contexto que supone. Creo que la cultura va por delante de la política en todos los países. Entonces, es como que abrimos las puertas. Nos parece una idea fantástica poder estar en Egipto y poner estos temas sobre la mesa. Muchas, veces, los festivales y la cultura en general son los que abren las puertas a las leyes, a las políticas y a la igualdad en este caso.

¿Cuál es la situación de las mujeres con discapacidad?

-Son doblemente vulnerables. Acabamos de pasar el 8-M, la mitad de la población es mujer y tienen unas dificultades añadidas por desigualdad, por machismo, por muchas cuestiones. Y, si encima tienes una discapacidad, tu discriminación es doble. Ellas reivindican tener un espacio como el que tenemos todas. Poder acceder a un trabajo digno, a la salud o a los espacios físicamente, que es algo que parece muy lógico pero que luego no se cumple. Ellas sienten que son una parte de la sociedad muchas veces marginada, que viven un poco en los extramuros y como pidiendo favores o recursos y eso es muy agotador. Estar toda la vida pidiendo como si fueran favores merma mucho la autoestima. La labor de Cocemfe es brutal porque consigue trabajos, hace talleres de empoderamiento, formaciones y, sobre todo, logra que crean en ellas mismas.

¿Cómo ha sido convivir con las cuatro protagonistas en el rodaje?

-Ha sido un regalo. Cuando alguien te deja entrar en su casa y en su vida con una cámara, hay una generosidad brutal dentro de ese proceso. Yo quizás no lo hubiera hecho porque son condiciones en las que te estás rasgando por dentro y estás sacando a la luz tu vida, tus debilidades, tus riquezas y todo. Ha sido un regalo muy intenso y que nos ha servido de terapia para todas. Hemos compartido partes de nuestra vida y hemos salido reforzadas. Yo he aprendido mucho de todas ellas.

¿Les costó abrirse al principio?

-Desde el minuto uno, les dio igual tener una cámara delante. Creo que son mujeres tan potentes y que han pasado por cuestiones tan duras en la vida que tener una cámara delante ya ni les impacta. Ellas han pasado por una vida tan difícil en muchas ocasiones que tener una cámara delante no les supone el esfuerzo que a lo mejor al común de los mortales nos supone. Para ellas ha sido incluso liberador porque contarlo de esta manera les ha ayudado.

¿Qué ha supuesto para ti este proyecto?

-Ha sido un viaje espectacular. Me llevo cuatro amigas y creo que nos vamos a tomar muchos cafés a partir de ahora. Y luego, me llevo un aprendizaje. Cada vez que salía de un rodaje, volvía a casa y veía a mis hijos y a mi marido con salud y sintiéndonos amados y me hacía reafirmarme más en lo importante que es el respeto, el cariño y el cuidar a los demás. Me siento muy agradecida a la vida porque he tenido un viento a favor que otras personas no han tenido.

"Parece increíble estrenar en Egipto una obra sobre la igualdad, pero muchas veces la cultura abre las puertas a cambios legales y políticos"

"Las mujeres con discapacidad son doblemente vulnerables y a veces se sienten marginadas, como si estuvieran pidiendo favores"