La Unidad de Protonterapia de la Clínica Universidad de Navarra (CUN), puesta en marcha en abril del año 2020, ha atendido con éxito a 365 pacientes con 24 tipos de tumores diferentes en tan solo dos años de andadura.

Ubicada en su sede de Madrid, esta unidad es uno de los dos centros del Estado que cuenta con una técnica pionera en el tratamiento frente al cáncer y que se establece como una de las vías más esperanzadoras en la lucha contra la enfermedad gracias a una tecnología capaz de adaptarse a cada caso. En concreto, la protonterapia es una radioterapia externa que consiste en la utilización de un haz de partículas aceleradas (protones) de alta energía para eliminar el tumor, lo que se consigue con una gran maquinaria que, tras una configuración personalizada según el paciente, termina dirigiendo de forma precisa la radiación a la masa tumoral. Ésta se va eliminando mientras que los tejidos sanos apenas se ven afectados, algo que sí ocurre con la radioterapia.

Precisamente es esta característica la principal ventaja del tratamiento, que apenas tiene efectos secundarios y que se aplica durante 30 días laborables en sesiones de unos 25 minutos y con un lapso de 4 ó 6 semanas hasta una siguiente evaluación. En la actualidad, la protonterapia se aplica con fines curativos en tumores de base de cráneo, cánceres de mama, de esófago y ginecológicos, entre otros, así como a personas que ya han recibido radioterapia con anterioridad. No obstante, su efectividad y la evolución de la medicina hace que en un futuro también se pueda estudiar su uso en otro tipo de lesiones.

Para hacer posible el tratamiento, un “traje a medida” de cada tumor según califica el Director Médico de la Unidad, Javier Aristu, es necesario el trabajo de más de 50 profesionales, entre los que se encuentran oncólogos (tanto médicos como radioterápicos), físicos, profesionales de enfermería o técnicos de imagen en un trabajo multidisciplinar que termina con el diseño del tratamiento personalizado para cada paciente.

Desde que el enfermo recibe el diagnóstico por parte de Oncología hasta que comienza el tratamiento con protones, el equipo realiza diferentes pruebas de imagen como un TAC o un PET para elaborar un plan de tratamiento, en el que los médicos evalúan la planificación, prescriben las dosis y se delimitan las zonas a radiar.

“La diferencia es el exceso de dosis que los pacientes reciben antes y después de que el haz llegue al tumor”, explica Aristu, que aclara que ahora con la actual radioterapia, en la que se utilizan fotones, “las zonas sanas que se irradian pueden tener riesgo de desarrollar segundos tumores”.

Por todo ello -una mayor efectividad, la ausencia de efectos secundarios y la posibilidad de evitar problemas posteriores- la protonterapia es uno de los pilares de la llamada medicina personalizada, en la que la tecnología juega un papel fundamental. “Usando una física más ventajosa, con una partícula que se para donde queremos, uno puede proveer un mejor tratamiento. Y la filosofía es tratar de darle al paciente el mejor tratamiento”, sentencia Diego Azcona, especialista en Radiofísica de la Unidad.

Personal implicado. En este tratamiento trabajan oncólogos médicos y radioterápicos, oncólogos pediátricos, enfermería, técnicos, radiofísicos, anestesistas, dosimetristas, especialistas en Medicina Nuclear, radiodiagnóstico, gestión asistencial e ingenieros.

46 extranjeros. De los pacientes tratados, 46 proceden de otros países como Canadá, Ecuador, Rusia, Rumanía, Nigeria, México, Ecuador, Suecia, Suiza, Bulgaria, Ucrania, Portugal, Emiratos Árabes, Austria, Colombia y Chile.

22 estancias formativas. Además, la Clínica Universidad de Navarra (CUN) ha organizado 22 estancias formativas en esta nueva Unidad de Protonterapia con profesionales procedentes de 6 países distintos.

317

De los 365 pacientes que se han atendido en la Unidad de Protonterapia de la Clínica Universidad de Navarra (CUN), 317 han finalizado su tratamiento, 27 están en curso y 21 en planificación.

24

En los dos años de andadura de la Unidad de Protonterapia se han atendido 24 tipos de tumores diferentes.

98

De los 365 pacientes atendidos, 98 de ellos eran niños y 267, adultos, con edades comprendidas entre los 14 meses y los 87 años.