Todo lo que hacemos en internet queda grabado en algún sitio. Y una administración que proporciona servicios para 641.000 habitantes necesita muchos ordenadores y muchos discos duros para guardar toda la información que tiene sobre nosotros, desde nuestro historial médico hasta el certificado de penales.

Desde los 19.491 ordenadores -entre estaciones de trabajo, móviles, tablets, portátiles y terminales ligeros- y 2.500 servidores virtuales del Gobierno de Navarra se procesan a diario millones de datos ultraconfidenciales que son un reclamo jugosísimo para los piratas informáticos, y que las administraciones protegen con los mejores recursos que tienen a su alcance: los CPD’s. Son las siglas de centro de procesamiento de datos, una especie de enormes ordenadores, muy sofisticados y con muchísima capacidad de almacenaje, donde todo queda almacenado.

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El Gobierno de Navarra tiene su propio centro de datos en el sótano de un edificio de Pamplona. Es un búnker que se protege como si fuera un laboratorio militar: paredes de dos metros de cemento, grupos electrógenos y sistemas de refrigeración de último modelo. Allí, decenas de técnicos, en permanente contacto con el Centro Criptológico Nacional y con el apoyo puntual de empresas privadas de ciberseguridad, forman un blue team -los malos son los red team- que vela por que ningún malhechor penetre en el sistema.

No hay garantías

“Mantener segura la información que se gestiona es un reto y a la vez una pasión”, reconoce el director general de Telecomunicaciones, Guzmán Garmendia. Desde su dirección y el Centro de Operaciones de Seguridad (SOC) se tiene clara una cosa: “Estamos preparados, pero nadie puede garantizar nada”. Es decir, que este es un ámbito en el que nunca puedes bajar la guardia, por eso hay material de primera en una industria donde las soluciones tecnológicas son “cada vez más caras y más complejas”. “Si la digitalización crece”, resume Garmendia, “la protección debe ir en paralelo”.

Sirvan dos datos: los Presupuestos de Navarra para 2021 cifran en algo más de cinco millones de euros el coste de encargar a Nasertic la “gestión del centro de informática”. Los CPD’s son sofisticados y caros. A finales de 2021, el Gobierno buscó ofertas para comprar varias unidades de memoria nuevas: 870.000 € sin IVA fue el precio de salida. “El ciberespacio es hoy un campo de batalla en el que la información y los medios que la procesan son activos de alto valor, implican poder”, subraya. Y para eso tienes que rodearte de lo mejor y de los mejores.

Uno de responsables de la ciberseguridad en navarra es Roumen Boyanov, que resume la importancia de tener una buena infraestructura con dos casos reales: “Si a golpe de teclado y ratón puedo paralizar el sistema de transporte por tren de un país o interrumpir el suministro eléctrico, que son cosas que han sucedido en la realidad, imaginémonos si los ciberataques son o no un arma”.

No nos suena raro porque lo hemos visto en el pasado. Una potencia como Reino Unido reconoce que ha sufrido injerencias de ciberdelincuentes rusos nada menos que en sus procesos electorales. ¿Es un riesgo más a tener en cuenta aquí? “Absolutamente. El ciberespacio se presta para lo bueno como para lo malo, como la desinformación y manipulación de la opinión pública”, apunta Garmendia.

De ahí que sea más necesario que nunca adquirir conciencia de la importancia de la ciberseguridad. “Ahora hay más conciencia que hace una década, pero una parte importante de la población sufre lo que conocemos como brecha digital, y ahí nos tenemos que volcar”. De concienciar a la población, invertir en equipos y formar a profesionales dependerá que la red, también la de Navarra, sea un lugar seguro o un terreno abonado para los delincuentes.