La falta de seguridad en el terreno digital es la antesala de la ciberdelincuencia. Lo sabe bien Miguel Ruiz Marfany, inspector de la Policía Foral y jefe de la Brigada de Delitos contra el Patrimonio, de la que dependen los Delitos Informáticos. Está al frente de un equipo de cinco policías encargados de perseguir las alrededor de tres o cuatro denuncias diarias que tienen que ver con el entorno digital: estafas, phishing -correos trampa para conseguir datos y claves de seguridad-, secuestro de datos, chantajes... un rosario de delitos que en los últimos años, conforme se han dado más y más pasos en el mundo digital, se han disparado.

Marfany da un dato: en cinco años se ha cuadriplicado el número de denuncias. El servicio se va a reforzar con más policías, y todo apunta a que la tendencia seguirá al alza porque “por diversos foros, sobre todo de ciberseguridad, ya se oye que la gente se está preparando en previsión de que lleguen más ataques” a raíz de la guerra de Ucrania. Así que conviene tener presentes varias cosas para minimizar las posibilidades de ser víctima de un ciberdelito ahora que van a crecer. Los cacos suelen preferir las estafas a empresas “porque es donde está el dinero”, pero los particulares tampoco se libran.

Lo primero: el ordenador más seguro es el que está desconectado. “Hemos creado un mundo globalizado en el que todo está conectado y ahora es ya imposible volver atrás”, apunta. Lo mejor es cambiar periódicamente de contraseñas, no utilizar siempre la misma para todo y meterle caracteres extraños, números y minúsculas y mayúsculas. También hay que intentar utilizar los sistemas de doble autenticación -doble contraseña- siempre que sea posible.

Primera norma: desconfía

Hay más: “Por norma general, desconfía de todo lo que no hayas pedido”. Si te llega un mensaje para que recojas un paquete que no has pedido, no hagas click para ver dónde está. Si te llega un correo de tu empresa con un PDF que pone Nóminas, no te lo descargues aunque te pueda la curiosidad. Otra cosa: cuidado con subir datos personales. “Con una fotocopia del DNI y un número de teléfono se pueden hacer muchas cosas, y muchas de ellas, malas”.

Y sentido común. “Si algo en internet es gratis, el precio son tus datos”. La información vale dinero y hay que protegerla.