Enfermeras y enfermeros de Navarra salieron este jueves a la calle, con motivo del Día Internacional de la Enfermera, para mostrar de "manera unida y participativa que, ahora y siempre, son un valor seguro para garantizar la salud y calidad de vida del conjunto de la sociedad, por lo que hay que invertir más en su desarrollo profesional y laboral".
LEA TAMBIÉN Enfermería: "Queremos una Ley acorde a nuestra capacitación actual"
Con el lema Enfermeras para un futuro saludable, sostenible, equitativo, inclusivo e innovador, y convocados por el sindicato de enfermería Satse, las enfermeras se concentraron en el recinto del Hospital Universitario de Navarra portando carteles y mensajes que buscaban destacar "el valor, la importancia y la necesidad de un colectivo profesional sanitario que, antes, durante y después de la pandemia del covid-19, es pilar, referente y motor de nuestro Sistema Nacional de Salud". También el Sindicato de Técnicos de Enfermería realizó una concentración en el recinto hospitalario de Pamplona.
Las enfermeras quisieron trasladar "al conjunto de administraciones, empresas sanitarias privadas y a la ciudadanía que la profesión requiere de un mayor compromiso en cuanto al reconocimiento público, político y social para poder seguir avanzando más, tanto a nivel profesional como laboral, por el bienestar integral de todos y todas".
El sindicato de enfermería defendió que estos profesionales "son un claro ejemplo de esfuerzo, dedicación y compromiso pese a que sus condiciones profesionales y laborales han sufrido un notable deterioro en los últimos años, especialmente durante la pandemia de la covid-19, y que, pese a los compromisos adquiridos por el conjunto de administraciones públicas y partidos políticos, siguen sin resolverse, afirman desde la organización sindical".
Satse explicó que las enfermeras piden "poder trabajar con suficientes medios y recursos en entornos seguros y saludables que les permitan realizar su labor sin sobrecarga, tensión y pésimas y precarias condiciones que, al final, repercuten negativamente en su salud y seguridad y en la de los pacientes". "Pedimos ser tratados con respeto y dignidad, que se nos reconozca profesionalmente como grupo A, que se nos permita jubilarnos anticipadamente, que no siga habiendo discriminaciones o desigualdades por razón de género, que se favorezca la conciliación de la vida profesional y personal y, sobre todo, que seamos suficientes en los centros para que podamos prestar asistencia y cuidados con la máximas garantías y mayor calidad posible", resaltó.