El alumnado de español del centro público de educación básica para adultos José María Iribarren, en Ermitagaña, realizó ayer como despedida de fin de curso un recital de música y lectura para mostrar con arte lo aprendido durante este curso. Lo hicieron al son de las composiciones Primavera y Verano de Antonio Vivaldi interpretados en directo y con lecturas que aludían a las estaciones. Blanca Costanilla, su profesora, explicó que lo iban a ha-cer “escribiendo pequeños textos que relacionan la primavera y el verano con el cambio que supone para personas de cualquier lugar del mundo trasladarse a vivir a otro país”.

Se trata de “unos 60 estudiantes repartidos en tres clases”, de las cuales leyeron en voz alta “22 personas de 16 nacionalidades diferentes”. Costanillos incidió en que “José María Iribarren es un centro diverso en todos los aspectos”. Este año, la profesora ha enseñado “a personas de un número de nacionalidades mayor de lo habitual”.

Añadió que, a la hora de enseñar español a adultos, se parte “de puntos muy diferentes”. “Es un grupo muy diverso no solo en nacionalidades, sino también en niveles de estudios, que pueden ser de Bachillerato, universitarios o doctrandos; o en la facilidad para aprender idioma, que naturalmente es mayor en aquellos cuya lengua nativa tiene una estructura más similar al castellano”, explicó.

En cualquier caso, lo que Costanilla ve de positivo en sus clases “es la ilusión, el esfuerzo y que sean personas con su propia vida, a veces con hijos e hijas, que muestran un gran ánimo por venir a clase”. Lo que “más orgullosa” le hace sentirse como docente “es cuando ahora, a estas alturas del curso, cuando ya se va a terminar, los alumnos dicen que han aprendido”, porque “son personas que quieren y tienen un futuro aquí y necesitan el idioma para todo”.

Participantes del recital

El acto fue iniciado por Leoni, de Berlín, quien lleva cinco meses viviendo en Pamplona y aseguró haber tenido “el placer de aprender castellano con esta clase simpática” y su “estupenda profesora Blanca”. “Mudarse a otro país extranjero y aprender un nuevo idioma es un cambio, y el cambio entre la primavera y el verano es nuestro tema hoy”, añadió. Dichas estas palabras, tocó con su violín la obra de Vivaldi. Con esta música de fono, el resto de participantes recitaron sus textos.

Entre ellos estuvo Carolina, de Brasil, quien habló de su interés por “ir a la playa a disfrutar del mar y aprovechar el día para quedar con los amigos en el parque”, además del “calor del verano para tomar el sol”.

Nora, de Tayikistán, está haciendo dos meses de Erasmus en Pamplona. Explicó que “la primavera marca el inicio del Nowruz o año nuevo persa, celebrado oficialmente el 21 de marzo”. En primavera, señaló, “hay muchas fiestas y eventos interesantes” y “la vida se levanta después del invierno”. Terminó mencionando que “cada año, más de cien millones de personas celebran el Nowruz”.

El acto fue cerrado por Ekaterina, de Ucrania, quien lleva un año y siete meses en Pamplona con su familia. Dijo que “todos los cambios de la naturaleza son impresionantes”. “Lo mismo pasa en nuestras vidas, porque la vida no es estática sino que siempre cambia y tenemos que cambiar con ella.