El 10% de la población navarra presenta alteraciones de la función tiroidea, si bien "la gran mayoría, más de la mitad, son leves y muchas veces no requieren ningún tratamiento", explica Javier Pineda Arribas, jefe de sección de Endocrinología del Hospital Universitario de Navarra (HUN). Así, la patología más frecuente es el hipotiroidismo, que "afecta al 9,1% de la población" y, menos habitual, es el hipertiroidismo, que "no llega al 1%", indica la jefa del servicio de Endocrinología y Nutrición, Emma Anda Apiñániz.

El tiroides es una glándula endocrina que se sitúa en la parte anterior del cuello, justo debajo de la piel. "Su única misión es fabricar las hormonas tiroideas", explica la doctora Anda, quien añade que son las únicas del organismo que "necesitan yodo en su molécula. Lo importante es que hay receptores de las hormonas tiroideas básicamente en todos los órganos y sistemas del cuerpo, con lo cual regula un montón de funciones que van desde la temperatura corporal, hasta la frecuencia cardíaca, pasando por la función del hígado, de la musculatura... Simplificando, suelo decir que no se puede vivir ni con un exceso continuado de hormonas tiroideas ni sin ellas; es incompatible con la vida".

Dos grupos de enfermedades

En cuanto a las patologías tiroideas, hay dos grandes grupos: las que tienen que ver con alteraciones de la función y, por otro, las que se producen por la aparición de nódulos o bultos. Respecto al primer grupo, la doctora Anda expone que "por exceso -de hormonas tiroideas- está el hipertiroidismo, que es más infrecuente, y por defecto se llama hipotiroidismo, que es bastante más habitual".

Por otro lado, en el segundo grupo está el bocio, que "sólo significa tiroides más grande y la mayor parte de las veces es a expensas de que hay muchos nódulos dentro de esta glándula", explica la especialista, quien señala que "éste es un gran motivo de consulta para nosotros". Y es que, como apunta, "la patología de bocio nodular es muy frecuente porque la Comunidad Foral ha sido una zona de bocio endémico, que ya se estudió en los años 90".

De hecho, refiere que en el Servicio Navarro de Salud-Osasunbidea (SNS-O) tienen "una consulta de nódulo tiroideo para que las personas que tengan uno vengan relativamente rápido, porque aunque la inmensa mayoría, un 90% o más, son benignos, ahí también podemos tener cáncer de tiroides, que empiezan así, como un bulto dentro de la glándula" sin que ocasione alteraciones en la función. En este sentido, la doctora Anda indica que la incidencia de "los nódulos palpables -que se puedan tocar- no llega al 5-6% de la población", si bien destaca que "si hacemos una prueba de imagen del tiroides, el 50% puede tener un nódulo tiroideo".

No obstante, como prosigue su compañero, con los nódulos pasa un poco lo mismo que con las alteraciones de la función tiroidea, que "son muy frecuentes, pero la inmensa mayoría son benignos. Entonces, sólo un pequeño grupo va a requerir un estudio adecuado -una citología- y eso va a depender mucho del aspecto ecográfico y del tamaño. La inmensa mayoría no va a tener ninguna importancia clínica, sino que son simplemente alteraciones que, una vez que se detectan, se pueden vigilar". Si, por el contrario, se confirma que es un cáncer, el doctor Pineda aclara que suelen "tener un curso bastante bueno dentro de ser un carcinoma, con lo cual tenemos una patología muy frecuente, que pocas veces es maligna, y que cuando lo es generalmente no tiene excesiva agresividad". Por ello, considera que deben ser "muy cuidadosos" a la hora de hacer estudios en aquellos casos que sean sospechosos.

Sin embargo, la incidencia del cáncer de tiroides en la Comunidad Foral es "alta, es de las más altas del Estado, pero realmente la mortalidad no ha aumentado, es mínima", destaca la doctora Anda. Así, la tasa se sitúa en 13,9 casos por 100.000 habitantes por año en mujeres y 4,9 por 100.000 habitantes año en hombres, según los últimos datos del Registro de Cáncer de Navarra del Instituto de Salud Pública; una circunstancia que, como plantea, puede responder a que "hacemos más pruebas y detectamos tumores más pequeños", ya que "aumenta mucho el cáncer, pero la mortalidad y los casos graves se mantienen".

Cuándo acudir al médico

Preguntada por cuáles son los signos de alarma que nos deben hacer pensar que nuestro tiroides no está funcionando correctamente o presenta algún problema, sostiene que "uno muy claro es que si tienes un bulto en el cuello tienes que ir al médico. Puede que no sea tiroides y sea un ganglio, pero eso hay que estudiarlo".

Cuando esta glándula "funciona de más" -el hipertiroidismo-, hay una serie de síntomas que "no pasan desapercibidos; mucha pérdida de peso, taquicardias, debilidad muscular, a veces produce ojos saltones...", relata la experta, que considera que esos casos "seguro que consultan por ello".

En cambio, cuando se produce una pérdida de función tiroidea -hipotiroidismo-, "muchos son muy leves y todo es sintomatología inespecífica. Puedes sentirte un poco cansado, tener un poco más de frío, estar un poco más torpe, algo mareado, haber ganado algo de peso... Son síntomas más difíciles de concretar y no hay ninguno que sea específico por el que se consulte, pero sí que es verdad que la prueba de determinación de hormonas tiroideas es muy frecuente y muy fácil interpretar", afirma. Por ello, conviene utilizar esta "fiable" herramienta de laboratorio -una analítica- para descartar posibles patologías.

Por todo ello, con motivo del Día Mundial del Tiroides -que se celebra el 25 de mayo-, Pineda hace hincapié en la importancia de "promover el consumo de sal yodada en el hogar" y Anda recalca que "si hay un nódulo hay que consultar al especialista para estudiarlo con tranquilidad". Y, en esta línea, concluye: "Tenemos una manera muy fácil de diagnosticar las alteraciones de la función tiroidea, la guía con Atención Primaria funciona muy bien desde hace muchos años, disponemos de todas las oportunidades de tratamiento, desde lo fácil, hasta lo más complejo, que pueden ser medicamentos para el cáncer avanzado. Hay mucha experiencia, se trata bien; que estén tranquilos".