l tiroides es una glándula endocrina que se ubica en la parte anterior del cuello, justo arriba de la clavícula. Es la encargada de fabricar las hormonas tiroideas, que controlan el ritmo de muchas actividades del cuerpo. Como dice la jefa del servicio de Endocrinología y Nutrición del HUN, Emma Anda, “regula múltiples funciones”: la temperatura corporal, la frecuencia cardíaca, la función del hígado, la musculatura... Es vital.

El doctor Javier Pineda explica que “está implicado en la mayoría de los procesos metabólicos más importantes. No hace una función concreta, sino que hace diferentes acciones en cada órgano (cerebro, corazón, hueso, grasa, músculo). Igual en la grasa realiza una cosa, en el corazón otra, pero generalmente suele tender a mejorar la actividad del propio órgano; es una especie como de tres en uno del órgano”.

Así, preguntado por cuál de esas tareas es más importante, responde que “depende del momento de la vida”. Por ejemplo, explica, “cuando eres más pequeño la función cerebral es muy importante -porque se trabaja la inteligencia, la memoria, la audición...-. Con la edad fértil, posiblemente lo importante es que esas hormonas lleguen al bebé y, más adelante, igual al corazón, al hueso, a la grasa o al músculo”.

Ambos facultativos explican con pasión las virtudes de esta glándula pero recuerdan que cuando se dice tengo tiroides “pueden ser muchas enfermedades y nunca es lo mismo la que padece uno u otro”, dice Anda. Pineda, por su parte, aboga por combatir la “mala prensa” del tiroides: “Si una persona sube de peso o cambia su metabolismo va a tener mucho más que ver con su estilo de vida, que con la patología tiroidea. En la pandemia la gente ha engordado 3-5 kilos y la patología tiroidea no ha tenido nada que ver. Es muy frecuente, pero la mayoría de las formas son leves y no se puede justificar no, es que he engordado por el tiroides”, y añade: “No tienen que llevar dieta si lo tienen regulado”. l