PAMPLONA. La Policía Foral ha denunciado administrativamente a los titulares de dos actividades que estaban en marcha y no podían estarlo por prohibición expresa del Real Decreto 463/2020 que regula el estado de alarma. Se trata de una casa rural y de un almacén.

La primera actuación se llevó a cabo por requerimiento ciudadano. Una llamada alertó de que en una pequeña localidad de la cuenca de Pamplona una casa rural acogía a un grupo de personas. Hasta el lugar se desplazó una patrulla de seguridad ciudadana, que confirmó el alojamiento de cuatro huéspedes que resultaron ser trabajadores.

Según una Orden del Ministerio de Sanidad, que declara la suspensión de apertura al público de establecimientos de alojamiento turístico, suponía una vulneración a la norma, por lo que el titular fue denunciado como autor de una desobediencia a la Ley Orgánica 4/2015 de Seguridad Ciudadana.

La segunda actuación se produjo en Berrioplano. Agentes de tráfico realizaban un patrullaje ordinario por un polígono industrial, relacionado con comprobación de movilidad ilegal, cuando advirtieron que una empresa de suministros estaba abierta al público, desarrollando actividad comercial mientras se atendía a una persona.

Se procedió a la denuncia por desobediencia, obligando además a cerrar el almacén, según ha informado la Policía Foral.