La Guardia Civil ha destruido este año en Navarra un total de 543 armas de diverso tipo, de las que 521 eran de fuego (55 armas cortas y 466 armas largas).

En un comunicado, la Guardia Civil destaca que el control de las armas, explosivos, cartuchería y pirotecnia, regulado desde su fabricación, tenencia y uso, las importaciones, transferencias y tránsitos comunitarios, hasta la destrucción, "hace necesario una labor inspectora específica para prevenir que dichas materias puedan salir de los circuitos seguros".

Actualmente, la competencia en materia de armas y explosivos que tiene el Estado se materializa por medio de las Intervenciones de Armas y Explosivos de la Guardia Civil. Estas Unidades, controlan el acceso legal a las armas, para lo cual el Reglamento vigente establece unos requisitos, entre los que se encuentran la carencia de antecedentes penales así como la superación de pruebas teóricas y prácticas sobre el uso y manejo.

Así mismo, para evitar que un arma pueda ser utilizada indebidamente cuando el titular deje de tener derecho a su tenencia y uso, la normativa establece que sean inutilizadas o destruidas.

La inutilización de un arma, a partir del año 2011, está regulada por una normativa muy severa, de modo que es sometida a un proceso que afecta a todas las piezas fundamentales de ésta, siendo imposible volver a usarla con plena capacidad de funcionamiento. Estas armas terminaron en una fundición como chatarra.

Estas actuaciones se enmarcan dentro de la normativa vigente en España y se suma al Programa de Acción de Naciones Unidas sobre el comercio ilícito de armas pequeñas y ligeras, que tuvo su origen en la Conferencia Internacional de las Naciones Unidas sobre el Comercio Ilícito de Armas Pequeñas y Ligeras celebrada en Julio de 2001.

La Guardia Civil, periódicamente, lleva a cabo la destrucción de armas de fuego de diversos calibres, así como armas blancas prohibidas, explica la nota. Algunas de ellas están implicadas en ilícitos, penales o administrativos y tras el correspondiente procedimiento se determinan su destrucción; y otras, que por cesar sus titulares en el derecho a la tenencia y uso y no haber sido adjudicadas en subastas, tienen el mismo fin. Ello permite que las armas sean reducidas a chatarra mediante un proceso de fundición o similar.

Cifras en la intervención de armas en Navarra

Destruidas un total de 543 armas, repartidas de la siguiente manera:

-55 Armas cortas

-466 Armas largas

-22 Otras