Se llama Jacinto Alonso San Segundo, tiene 45 años, antecedentes por malos tratos, y fue arrestado en Tudela a finales de abril de 2021 acusado de haber matado a una mujer con la que tenía una relación sentimental en una pensión de Valladolid. Vivía en situación de indigencia y, al ser arrestado en la capital ribera, le acompañaba una nueva pareja.

El crimen fue de lo más complejo de desenmarañar después de que el detenido abandondara en la pensión el cuerpo sin vida de Ivonne Rodríguez, una mujer chilena de 41 años con la que tenía una relación. La dejó en la cama, tapada con una manta, tras haberla asfixiado con la almohada. Luego emprendió una huida alocada y errática por varias ciudades, entre ellas Pamplona y Tudela, donde finalmente fue detenido tras haber ido a por alimentos a una parroquia.

La semana pasada aceptó una condena de diez años de prisión por homicidio, según El Norte de Castilla, para evitar así un juicio con jurado que le pudiera condenar por asesinato.

LLEVABAN UN MES EN LA HABITACIÓN

Las investigaciones se iniciaron el 21 de febrero de 2021 cuando fue hallado el cadáver de una mujer en el interior de una habitación de una pensión en la calle Montero Calvo de Valladolid.

La víctima, una mujer de 41 años de nacionalidad chilena que apareció asfixiada, se registró en dicha pensión el día 28 de enero en compañía de un varón con la intención inicial de alojarse durante un período aproximado de un mes.

La dueña del establecimiento, alertada por no haber visto a los dos moradores de la habitación desde hacía varios días, el mismo día 21 de febrero, tras llamar a la puerta y no recibir respuesta, entró en la habitación y halló en la cama el cadáver de la mujer. Al parecer, el detenido y la víctima se habían conocido en un albergue municipal.

LA DUEÑA DE LA PENSIÓN DIO LA ALERTA

La propietaria informó a la Policía Nacional de lo ocurrido, facilitó los datos del varón que la acompañaba y los agentes de la Policía Nacional realizaron esa misma noche una inspección en el lugar de los hechos, que reveló la existencia de indicios (composición de la escena, hallazgo de restos biológicos, ausencia del lugar de la persona que compartía la habitación sin aparente explicación) que apuntaban a una hipotética muerte violenta, por lo que se precintó la habitación y se inició una investigación para el esclarecimiento de los hechos.

El Juzgado de Instrucción número 5 de Valladolid se hizo inicialmente cargo de las actuaciones y decretó el secreto de las mismas, aunque posteriormente se inhibió en el Juzgado de Violencia sobre la Mujer número 1 de Valladolid, que mantuvo el secreto sobre la causa, una vez confirmada la relación sentimental existente entre la fallecida y la persona investigada.

HUIDA A NINGUNA PARTE

La investigación fue avanzando y progresivamente surgieron nuevos indicios (entre ellos la precipitada huida del hombre finalmente detenido) que apuntalaron la hipótesis de una muerte de la etiología homicida, causada presuntamente por su compañero sentimental, una relación que se había iniciado apenas un mes antes.

La investigación permitió saber que el arrestado abandonó Valladolid en la madrugada del día 4 de febrero, cuando el cadáver de la mujer quedó en el interior de la habitación de la pensión hasta su descubrimiento 17 días más tarde. El investigado inició un viaje en el transcurso del cual se desplazó a varias localidades de la región y del norte de España, pasando poco tiempo en cada una de ellas y desprendiéndose del teléfono móvil.

Los investigadores establecieron un complejo dispositivo para controlar los movimientos de esta persona, con la colaboración de otras unidades de Policía Judicial de distintas demarcaciones (Vitoria, Pamplona y Tudela) al objeto de no perder su rastro mientras culminaban las últimas gestiones de investigación. Según las investigaciones, J.A.S. se trasladó a Pamplona días antes de su arresto y pernoctó en la capital navarra, antes de desplazarse a Tudela, donde estuvo al menos otros tres días más.

Finalmente, fue detenido en Tudela el día 22 de abril por funcionarios del Grupo de Homicidios de la Comisaría Provincial de Valladolid, los cuales habían llevado la investigación, en una operación en la que han colaborado agentes de la Policía Nacional de Vitoria, Pamplona y Tudela.