La Sección Primera de la Audiencia Provincial de Navarra ha condenado en la mañana de este martes de conformidad a un acusado, natural de Bolivia y vecino de Pamplona de 65 años, a dos años de prisión por un delito de abuso sexual cometido sobre su sobrina de 10 años de edad. Al procesado le aplican la atenuante de reparación del daño después de haber consignado 1.000 euros para reparar el daño causado a la víctima. Además, tendrá una orden de alejamiento de la víctima de un año, periodo en el cual tampoco podrá ponerse en contacto con ella.

El acusado ha aceptado los hechos que se le imputaban, después de que en un día no determinado a finales de 2014 y principios de 2015, la menor denunciaba que había sufrido un episodio de abusos en el domicilio familiar que compartían en Pamplona.

Así, en el relato con el que se ha declarado conforme el procesado, se expone que la menor pidió a su tío que le ayudase a imprimir un documento y el acusado le dijo que se sentara encima de su pierna para enseñarle cómo se hacía.

A continuación, sujetó a la niña por la cintura y la fue acercando hasta sí, hasta que la menor quedó sentada sobre el órgano genital del acusado. Inmediatamente después, el encausado, teniendo agarrada a la niña, comenzó a realizar movimientos hacia delante y hacia atrás, con el fin de excitarse sexualmente, hasta que cesó en su actitud hasta que escuchó el timbre de la puerta.

La chica formuló denuncia años después por un episodio machista en la calle

Los hechos han tardado más de siete años en ser juzgados desde que ocurrieron pero es que la menor no los puso en conocimiento de su familia hasta tiempo después. De hecho, formuló denuncia en la Policía Foral en febrero de 2018 después de que en esa fecha sufriera un episodio atosigante por parte de un desconocido que la abordó en la calle.

La chica fue a bajar la basura y, a la hora de depositarla en el contenedor, un hombre le dijo: "Hola, bonita, ¿qué tal estás?". Después de que ella no prestara atención y arrojara las bolsas, el varón insistió en captar su atención hasta que ella subió rápida a su vivienda. Pero dicho episodio y el hecho de que pocos días después se cruzara de vista con su tío, le llevó a recordar los hechos que había sufrido años atrás y que procediera a denunciarlos.