La Policía Municipal de Pamplona interceptó el pasado fin de semana a una conductora que dio positivo en la prueba de alcoholemia y viajaba con un bebé de dos meses en el interior del vehículo.

La mujer ofreció una tasa de 0,59 mg/l en la prueba que le practicó la Policía, lo que supone, ha indicado el cuerpo local, más del doble de la tasa permitida.

En concreto, la Policía Municipal ha interceptado el fin de semana a 33 conductores con una tasa de alcohol superior al máximo permitido; cinco de ellos han sido remitidos al juzgado y los otros 28 han sido denunciados. En todos los casos no se les ha dejado seguir conduciendo, ha precisado la Policía.