La Guardia Civil de Navarra ha intervenido una tortuga boba, un caparazón de tortuga carey y la piel de una serpiente boa constrictor, que se encontraban naturalizados.

Los agentes se encontraban supervisando el desalojo de un almacén destinado a la venta de piezas de antigüedad a través de internet, cuando entre parte del mobiliario se localizaron los restos de estos reptiles, tres especímenes para los que el propietario carecía de documentación.

Los especímenes hallados están incluidos en los listados recogidos en los Apéndices del Convenio Internacional de Especies Protegidas de Fauna y Flora Silvestre (Cites). El fin de este convenio y en especial de su Apéndice I es velar para que el comercio internacional de especies no constituya una amenaza para la supervivencia de las especies, en especial aquellas en mayor grado de peligro de extinción.

Por estos hechos se han levantado las actas de denuncia por la comisión de infracciones a la Ley Orgánica 12/1995 en materia de contrabando y se han intervenido los especímenes para que la autoridad científica sea quien identifique y valore los reptiles incautados.