La especialista en Derecho Penal de la UPNA y magistrada, Soledad Barber, expuso durante esta semana su percepción acerca del fenómeno de la violencia machista y también de la situación en prisión de los condenados por este tipo de delitos.

Entre sus razonamientos, Barber explicó que la violencia machista era un fenómeno que repercutía en un importante número de sentencias condenatorias y que a su vez muchos de esos maltratadores terminaban ingresando en prisión.

"Aunque por la duración de las condenas que se les imponen (por ser menos de dos años), el 87% de los condenados no tendría que ingresar necesariamente en la cárcel". La profesora de Derecho habló también de que los tratamientos terapéuticos para maltratadores no tiene una sanción disciplinaria, ni una regresión de grados, "pero sí influye a la hora de que a ese penado se le concedan permisos penitenciarios. Y, por eso, se pone más trabas a un condenado por violencia de género para acceder a un tercer grado. El año pasado se concedió al 39% de los internos ordinarios que lo pidieron pero solo al 13% de los presos por violencia machista".