En Instagram cada cual es libre de publicar las fotos que quiera (siempre que no se topen con la censura de la red social, especialmente activa con el cuerpo femenino), aunque a veces sean un tanto forzadas. No es difícil ver en la red social más popular del momento excusas para del tipo de "ahora que está nevando, recuerdo con nostalgia mi verano en Ibiza", para así subir una foto en bañador o en bikini. Eso todavía tiene un pase, pero esas imágenes de autolucimiento personal no valen en cualquier contexto.

¿A quién se le ocurre posar en actitud sensual delante del ataúd abierto de su padre con el cuerpo a centímetros? Y lo que es todavía peor, ¿a quién se le ocurre publicar esas fotos para sus seguidores? ¿Cuál es la excusa que pone para hacerlo? ¿Qué pretende? Porque aunque las fechas coincidían nada tenía que ver la situación con Halloween.

Esas son las preguntas que les han surgido a miles de usuarios de Instagram cuando han visto cómo la influencer posaba ante el féretro de su progenitor, un veterano que llegó a luchar en Afganistán, antes del entierro. Y que acompañaba las imágenes con el siguiente texto: "Mariposa, vuela lejos. RIP, papá. Eras mi mejor amigo. Una vida bien vivida". Las críticas y las denuncias realizadas por los atónitos espectadores han sido tales que Instagram ha decidido cerrar su cuenta, que tenía cerca de 90.000 seguidores (en TikTok suma más de 300.000).

Ante tal revuelo, la modelo, de 20 años y residente en Miami, fue entrevistada por la cadena de televisión NBC News, a la que reconoció que había comprendido "la recepción negativa" de sus seguidores. Rivera quiso dejar claro que hizo las fotos "con la mejor intención, a mi padre le habría parecido bien si hubiera estado vivo. Posé para la cámara como lo había hecho muchas otras veces. Él no se habría enfadado, creo que me está mirando desde arriba y diciendo: esa es mi chica". Sí, Jayne, sí...