EL CHUPINAZO

El Chupinazo es el acto del lanzamiento del cohete que anuncia los Sanfermines. La señal que todo el mundo espera impaciente para anudarse el pañuelo al cuello y que da inicio a nueve intensos días de fiesta ininterrumpida.

UNA EXPLOSIÓN DE FIESTA

Al grito de “¡Viva San Fermín! ¡Gora San Fermín!” comienzan a las 12.00 horas del 6 de julio las fiestas más esperadas por los pamploneses. Tras el lanzamiento del Chupinazo desde el balcón del ayuntamiento estalla el júbilo y una multitudinaria marea blanca y roja desata su alegría, que permanecerá activa hasta las doce de la noche del 14 de julio.
Quizás sea uno de los actos más importantes de los Sanfermines y en el que más personas congrega, sin embargo, no siempre ha sido tal y como lo conocemos en nuestros días. A pesar que la antigüedad de las fiestas se remonta a varios siglos atrás, no fue hasta el año 1901 cuando se empezó a lanzar el esperado cohete desde la Plaza del Castillo para avisar del inicio de San Fermín. Una labor que realizaban los empleados de la empresa Oroquieta y que nadie otorgaba valor ninguno, hasta que en 1931, el republicano Juanito Etxepare prendió la mecha, popularizando un acto hasta entonces anónimo y poco concurrido, que en la actualidad congrega a miles de personas.

En 1940, el teniente de alcalde Joaquín Ilundáin y el periodista José Mª Pérez Salazar propusieron al alcalde José Garrán Mosso, que se trasladase el lanzamiento del primer cohete al balcón de la casa consistorial. Un año más tarde, Ilundáin lanzó el Chupinazo, instituyendo de esta manera una costumbre que pronto se convirtió en una de las imágenes más universales de la fiesta, junto con los encierros de toros. El cohete no se suspendió ni en 1952, cuando debido a las obras de construcción de la actual casa consistorial se disparó desde el balcón del ayuntamiento provisional, instalado en las Escuelas de Música y Artes y Oficios de la entonces plaza de la República Argentina, hoy llamada del Vínculo.

En los años siguientes se adoptó la costumbre de que el concejal encargado de disparar el Chupinazo fuera el presidente de la comisión municipal de fiestas. Esta tradición solo se rompió en 1964 cuando se cedió el honor al entonces ministro de Información y Turismo Manuel Fraga, que se hallaba de visita en la ciudad.

ETAPA DE LA DEMOCRACIA En 1979, con la primera corporación democrática, el alcalde Julián Balduz Calvo estableció el criterio de ceder cada año el Chupinazo a un grupo político municipal por orden de mayor a menor representación, reanudándose el ciclo cada cuatro años. Los Sanfermines de 2016, también pasarán a la historia del Chupinazo, porque oficialmente se rompe el pacto instaurado en 1979, dando paso a la ciudadanía en la elección del lanzador.

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