9 días para disfrutar de la fiesta

¿A última hora cambio de calendario en el curro y las vacaciones se te han echado encima? ¿No tienes nada pensado? De este año no puede pasar.

De entre múltiples planes apetecibles para hacer en la primera quincena de julio, aquí van nueve motivos por los que, si no has estado ya, debes acercarte a Pamplona a disfrutar de unas fiestas verdaderamente únicas. Como si de un cóctel se tratara, hay una serie de ingredientes imprescindibles para sazonar el inigualable brebaje pamplonica: dos prendas de color blanco, un jersey blanco o rojo por si todavía marcea, una faja roja a modo de cinturón anudada al lado izquierdo, un pañuelo de idéntico color atado al cuello, y calzado cómodo. Con esta base principal, txapela, bolso, o cualquier atuendo al uso puede encajar en la mezcla. Antes de subirte a este viaje de 204 horas de duración, ten en cuenta que comer bien y dormir mejor, aunque sea poco, será tu cargador de batería, tu fuelle para tenerte en pie y disfrutar a tope. ¿Preparado, preparada?¡Acomódate!

6 de julio

“…a las doce del mediodía explotó la fiesta”

Guste o no, la visión de las fiestas aportada por las viajeras barbas hemingwanas en los años veinte del siglo pasado, las transformó en la semana más multicultural…

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… y a la postre, intercutural, de la capital navarra. Asomarse a la ventana al punto de la mañana sea cual sea la vista y ver que la ciudad ya ha iniciado su transformación anual enciende un dulce escalofrío de una jornada preciosa para disfrutar. Cualquier camino sube al corazón de la fiesta. El núcleo vascón-romano hierve de alegría: desde la Plaza del Castillo, paseo de Sarasate, plaza de los Burgos, San Nicolás, Calderería, Navarrería, hasta el bur-bur de la plaza Consistorial, todo lugar es el mejor para dejarse arrastrar por la marea multirracial que abre los brazos a toda persona que esté aquí y ahora. De ahí en adelante: con cartera y sin reloj (no vale el móvil). Eso sí, paciencia que empieza el finde.

7 de julio

«4 de abril, 5 de mayo, 6 de junio, 7 de julio… San Fermín» 

“A Pamplona hemos de ir” con botas, medias, calcetines, alpargatas o lo que variadas canciones te puedan aconsejar. El último peldaño de la escalera…

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… sanferminera que culmina el día 7, en su día hasta el año 1591 finalizaría el 10 de octubre que era precisamente cuando, se dice, se celebraba la entrada como obispo en la ciudad francesa de Amiens del copatrón de Navarra. Curioso que coincida la numeración en la escalinata también durante el medievo. Este año aprovecha para echar un último potico, ya que echará el pestillo tras el Pobre de Mí, en uno de los míticos bares de la calle San Gregorio, esquina con calle Ciudadela. Seguramente no escuches copla como cuando fue el primer tablao flamenco de la ciudad, pero sí comparte con la familia, amigos, amigas, pareja en un txoko amplio y abierto en el contorno del Casco Viejo, uno de los días más bonitos del calendario iruinseme.

8 de julio

«¿Dónde estabas entonces?»

Tras el pack del 6-7, ahora empiezan el resto de las fiestas, en los que los días son más similares respecto al potente inicio. El día ocho es un día especial en la ciudad. Diferente. Y este año…

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…es inevitable no recordar. Difícil olvidar lo ocurrido aquella tarde de sábado, más de cuarenta años atrás, cuando las fiestas fueron atrozmente interrumpidas por la violencia policial tras la corrida de los Fermín Bohórquez, la segunda de feria. El terror y el caos se propagaron, sobre todo, por todo el Casco Viejo, primer y segundo Ensanche. Un muerto, decenas de heridos y una ciudad devastada llevaron a la suspensión definitiva de todos los festejos el martes 11. Un antes y un después en la historia de la ciudad. También se cumplen catorce años de otro grave suceso que tuvo lugar durante las fiestas de 2008, cuando una joven murió asesinada por motivos de violencia machista. Aquella noticia estremeció la rutina sanferminera y colocó millones de puntos de vista en nuestras conductas. Los Sanfermines son mucho más que eso y toda la ciudadanía tenemos la oportunidad y responsabilidad de demostrarlo. Aunque sinceramente, si vienes a conocerlos, lo comprobarás por ti mismo.

9 de julio

“¿Falta mucho? Tengo pis”

La infancia es componente indispensable en las fiestas. Es la edad que endulza el pastel. Sí, lo sé. Y les quieres de mil amores, pero ¿cómo no te acordaste ayer… 

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… txupiteando tequila rosa que hoy tocaba sobrinada? Los años de ir al circo ya pasaron.  Si tienes mucha txirrinta te acercas a la Taconera (junto al de la Media Luna, el otro parque romántico de la ciudad) y disfrutas de un céntrico pulmón. Naturaleza urbana y diversión de la mano. A un paso, talleres, música y actividades infantiles para tener un buen rato asegurado ahí y en el Ensanche.
– ¿Cuánto falta? Me aburro. ¿No hay tablets, o la Play? Tengo pisssss.
– Estoooo… Aquí a lo bruto, como se jugaba cuando no nacíamos con un dedo-tecla.
Esta noche a cerveza sin… duda.

10 de julio

«ADN»

Las/los niñas/os no llegarían sin la decisión tomada en su día por el pilar familiar: los abuelas/os. A estas alturas, ya son días para las/los de casa. Y te invito…

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… a abrir paréntesis. Además del escenario vistoso que se convierte el Casco Viejo, también el 7 es San Fermín o el 10 es San Cristóbal para mis-tus-nuestras raíces que parecen vivenciarlos ajenas a la vorágine. En hospitales, residencias de ancianas/os, camas articuladas, sillas de ruedas, de la plaza de los Fueros para abajo, de Antoniutti hacia delante, los que están sin estar, o que ya no los podrán disfrutar, también sienten el blanco y rojo aunque no vibren al viento fajas ni pañuelicos. También, en estos días vertiginosos acuérdate de la senectud que marca tendencia en tus venas. Gora genetika!!

11 de julio

«Buff, ¿pero siempre duran tanto?»

– Venga venga, que todo llega y todo pasa. ¿Qué hubiera sido de ti en 1963 cuando duraban hasta el 20 de julio?
– Para, para. Me entra…

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… tiritona solo de pensarlo. En efecto, las horas y el cansancio se van acumulando. Siempre hay posibilidad de plan B, incluso F. Por opciones no va a ser. Visto que las caderas pueden no demandar mucho mambo, jota, cumbia o cualquier movimiento que pueda suponer despegar los dos pies del suelo al mismo tiempo, siempre te quedan zonas más relajadas y tranquilas. Conciertos en la Plaza Compañía, cultura en el Gayarre, pasear la calle Nueva, la más larga (que no la Mayor) de lo viejo, una comida o cena por Dormitalería-Plaza San José-Caballo Blanco-Obispo Barbazán muy recomendable por tranquilidad, por vistas de la ciudad y porque puede que sea cuestión de tiempo que vuelvan las ganas de movimiento.

12 de julio

“Denominación de origen”

Pamplona es única por sus fiestas y sus fiestas son únicas por suceder en Iruñea. Es una ciudad verdaderamente especial, con historia, viva. ¿Qué puede …

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… sentir una persona peregrina a Santiago cuando atraviesa la primera del camino en estos días? ¿Qué observará su mochila? Presenciar costumbres autóctonas de un lugar es prolongar y difundir su identidad y es, por ello, que si tienes oportunidad disfrutes de bailes regionales, cantos de jotas, exhibiciones de herri kirolak, pelota, bertsolarismo o degustes unos huevos con ajoarriero, entre otros. Carta variada: a elegir. Hemengoa. Made in here.

13 de julio

«Señoras y señores: última vuelta»

Si necesitas parar, salvo por causas de fuerza mayor, hoy no es el día. Demasiado tarde. Ya pa´ lo que queda, estira un poco más. Aprovecha a disfrutar con quien…

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… te apetezca o a tu aire, que el brillo de ojos y la sonrisa vestida de pam-plonica tarda 356 diícas en volver. En estas intensas jornadas hay reencuentros con gente que durante el resto del año parece o puede ser que viva en un planeta, no muy lejano, pero distinto al que tú habitas. Aunque no hagas nada aparentemente especial, la pura compañía, ponerse al día, proponer un juevintxo (a sabiendas que nunca llegará) hace de eso un motivo especial más para dejarte ver y posponer la huida a la cama.

14 de julio

«Cómo, ¿que no lo has visto todavía?»

Ir a Buenos Aires y no ver el obelisco es como irse de Pamplona sin pasar por Estafeta, y no precisamente para enviar una carta…

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… postal como cuando se movía todo el correo desde el puesto que da nombre a la calle. ¿Último día y no has tocado todavía el tema estrella? Todavía hoy los cencerros y las pezuñas son el eco más fotografiado a nivel mundial durante ocho amaneceres de julio. Aprovecha, por si acaso, para ver lo que fue en origen, un traslado de ganado, actualmente convertido en espectáculo cada vez más controlado y que en breve, probablemente, entre en debate para definir su futuro. A lo dicho, si tienes curiosidad por algo único, no existe autofoto que transporte el olor, color y ambiente que suda la calle. Palpa adoquín o apalabra barandilla y después ya me dirás si ha merecido la vivencia. Por supuesto que también están los Gigantes, las peñas, las barracas, la Procesión… pero esto siempre estará ahí… Anímate y disfruta. Oso ongi pasa gure jaietan! Gora Don Fermin!

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