Gonçalo M.Tavares acaba su ciclo del mal con una novela sobre la Europa de entreguerras
'Aprender a rezar en la era de la técnica' es una reflexion sobre el poder y la muerte Cuenta la historia de Lenz Buchmann, un prestigioso cirujano que decide dedicarse a la política
Barcelona. El escritor portugués Gonçalo M. Tavares cierra su tetralogía sobre el mal con la novela Aprender a rezar en la era de la técnica, ambientada en la Europa de entreguerras, que le sirve para reflexionar, sobre las relaciones de poder, la enfermedad y la muerte.
En un ambiente que evoca el clima político de la Europa Central de entreguerras, esta obra de Tavares, editada en español por Mondadori, explica la historia de Lenz Buchmann, un prestigioso cirujano que decide dedicarse a la política, pero algo terrible le convertirá en paciente, en víctima.
"Escribo sin tener un plan del proyecto para los personajes y muchas veces sin saber la narrativa, y a medida que avanzo van apareciendo", señala Tavares, que en este caso tenía un punto de partida: "Alguien rezando al lado de una máquina". Para el autor, la imagen del sonido de la máquina que compite con el sonido de la oración era muy potente, "como si fuera una síntesis del siglo XX y lo que llevamos del XXI, con personas obcecadas por las maquinas y por la oración", ha dicho. Buchmann es, a los ojos de su creador, un personaje racionalista, frío, para quien la creencia es una inutilidad, algo anticuado, como si fuera una tecnología obsoleta y al mismo tiempo es "un racionalista perverso, a veces muy cercano y casi fascista, para quien la fuerza es el único lenguaje que reconoce y respeta". La ubicación espacial y temporal de la novela es casual, pues como el propio Tavares admite "también podía haber pasado en Argentina, en Serbia o en Croacia" y, de hecho, el interés del escritor era "analizar el comportamiento humano y desgraciadamente algunas cosas son comunes a muchos lugares".
Existe una atracción atávica en la literatura por los períodos de guerra y de entreguerra, "porque la mirada literaria se gira hacia esa parte trágica de la vida", apunta Tavares, a quien atrae "cómo aparece el mal, cómo se manifiesta el miedo, que suele ser el prefacio de la violencia" y por esa razón pone a sus personajes en una situación límite. Piensa Tavares que "la guerra es una síntesis trágica de situaciones límite humanas y quien quiera entender el comportamiento humano, en momentos como la guerra o la posguerra aparece siempre una segunda moral totalmente diferente e inaceptable".
Esa pérdida de la moralidad, añade, no es súbita, sino que es gradual y es incluso hoy perceptible: "La situación europea actual es preocupante, porque mes a mes hay pequeños cambios a nivel de valores humanos, un poco por la presión económica, y si esas pequeñas diferencias afectan a derechos humanos, éticos, pueden menoscabar el mundo civilizado", adviere.
Aún va más lejos Tavares en su visión crítica cuando dice que "estamos entrando en un mundo muy contable, en el que todo tiene un precio".
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