pamplona - A través del correo electrónico, y con traductor de por medio, Boots Rilley respondió a las preguntas planteadas por DIARIO DE NOTICIAS días antes de su actuación hoy en Zentral. Concierto en el que, por expresa petición del artista, no se servirá Coca-Cola, en solidaridad con los trabajadores madrileño de la multinacional estadounidense.

En sus canciones retrata de forma cruda y ácida la vida real, aquello que sucede a su alrededor. Y a eso lo han venido a llamar rap político. ¿Todo es política?

-No, yo no llamo a mis canciones rap político, pero, en cierta forma, las letras sí que son políticas, como en general la mayoría de canciones que se escriben. Todo lo que hacemos es política, con nuestros actos plasmamos lo que nos han inculcado a lo largo de los años, y es sobradamente sabido que las ideas que nos inculcan son de acuerdo con el sistema.

¿De qué forma ha afectado, y afecta, su ideología al desarrollo de su carrera artística en Estados Unidos?

-En estos momentos me llena de pasión poder hablar sobre la actualidad. Analizando todo me doy cuenta de las contradicciones e ironías de este mundo y esto lo intento plasmar con humor en todos mis trabajos. Mi ideología siempre me dice que podemos ganar, eso me hace tener un punto optimista de las cosas que se refleja en la música, y así consigues que la gente baile. Esto me hace ser mejor artista.

¿Bajo que principios o claves diría que se rige su música?

-Está basada en la idea de que la gente debería controlar de una forma democrática la riqueza que genera con su trabajo. A menos que la gente pueda controlarla, y no es el caso, no podemos llamar a este sistema democracia. Como sabemos, el poder real está donde se acumula la riqueza. La pregunta es, ¿tenemos la gente control de todo esto o solo un pequeño control? En otras palabras, soy comunista.

Lógicamente, muchos de los que acudirán a verlo en la sala Zentral de Pamplona no ‘controlan’ inglés hasta el punto de entender las letras, parte fundamental de sus canciones. ¿Cómo les recomienda que afronten el concierto?

-Recomiendo a la gente venir y sentir la energía, saborear la idea de lo que es un directo nuestro, bailar, sudar? y, después, al ir a casa, si quieren que se preocupen más por las letras. Una vez hecho esto, que la gente se involucre en campañas, organizaciones o un partido político, algo que nos permita salir del sistema.

Apunta que The Coup es una mezcla de punk, funk y hip-hop, pero no a partes iguales... ¿Podría decirse que el punk afecta más a las letras, el funk a la melodía y el hip-hop al formato, a la base?

-Es difícil de definir en un solo genero, todo está unido. El punk creo que es más por la energía y la repetición de las letras; el hip hop tiene una estética más literaria; y el funk está más basado en la sección rítmica, pero tampoco siempre. Como ejemplo de esto último, basta citar a Bootsy Collins (bajista y cantante estadounidense de funk, conocido por sus trabajos con James Brown), que en su tema What’s a telephone bill no introdujo una línea de bajo muy marcada.

Espiado por su condición de militante de izquierdas, ¿el macarthismo sigue imperando en Estados Unidos?

-No, con el movimiento Occupy tienes la muestra más clara. Éramos un 99% contra el 1%. Llámalo como quieras, comunismo, socialismo? En los 50 se les acusaba de comunistas, pero para mí lo importante es que la gente nos unamos.

¿La industria musical se ha comido la esencia del punk en Estados Unidos, dejándolo como estilo comercial casi residual?

-No creo que el punk formara parte de la industria musical. Cuando hablamos de industria mejor referirnos al pop-punk; si hablamos de punk de verdad, como los Dead Kennedys, ellos realmente no formaban parte de la industria. Los Clash, sin embargo, sí que formaban parte de ella. A la gente le gusta rebelarse y es por eso que les gusta el punk o el hip hop, pero hay muy pocos artistas realmente rebeldes, solo toman la estética y ya está. Los artistas no saben como unirse y organizarse en campañas. ¿Vestirse de cierto modo es ser rebelde? Todos estos grupos solo venden arte, lo único que les haría ser rebeldes sería organizarse, no solo en el punk, también en el hip hop, el rock and roll..

Afirma que el capitalismo necesita el racismo para desarrollarse. ¿Por qué?

-Tienen que dividir y conquerir. Y uno de los beneficios es culpar al otro y no al sistema. Se trata de culpar al otro de todos tus males para que no miremos a los realmente culpables, la clase dominante.

Siguiendo con su afirmación, Estados Unidos es el principal estandarte del capitalismo, por lo tanto, ¿también del racismo?

-Sí, no veo que en Estados Unidos se dé otra situación que no sea esa. Eso sí, otros países tienen problemas con el racismo, pero le ponen otro nombre. La guerra contra el terrorismo realmente es una guerra racial, no tiene nada que ver con religiones, pero siguen diciéndonos que el mayor problema es la religión... Lo que realmente no les gusta son las ideas.

En el Estado español, el 15-M, movimiento primo hermano de Occupy Wall Street, se ha transformado en un partido político (Podemos). ¿Qué ha sucedido en Estados Unidos?

-No, nosotros en Occupy no permitimos que los políticos formaran parte, especialmente en Occupy Oakland. Lo intentaron, pero no? Bueno, en Seattle un miembro está en el Ayuntamiento, pero ninguno se interesó por intentar ir a las elecciones nacionales. No importa lo buena persona que seas, si te metes en política al final eres uno de ellos. Lo que necesitamos son movimientos de clases que cambien el sistema, que son los que realmente pueden parar la industria con huelgas generales, y con una militancia radical.

¿Es inviable, vistas experiencias anteriores, acabar con el bipartidismo en Estados Unidos?

-En la derecha está la gente que es dueña de casi todo, luego puedes ser de izquierdas e intentar compartir la riqueza? Esperemos a ver lo que proponen... Lo que necesitamos son movimientos sociales de masas y radicales, esto permitiría el cambio.

La educación social y mediática, dirigida desde el gobierno y las instituciones oficiales, ¿ha provocado que en su país ser de izquierdas tenga connotaciones antipatrióticas?

-No soy patriota. Mucha gente no lo es, les gusta el país pero no son patriotas. No estoy en el team America, formo parte del equipo de la humanidad.

¿Obama ha sido una esperanza en forma de globo que otros han pinchado o que se ha ido desinflando por sí misma?

-Es público que nunca confié en él. Ya sabía que iba a ser así. ¿Por qué? Porque nunca dijo nada contra la guerra y llegó al poder rescatando a los ricos. Si alguien se pensaba que era progresista es porque nunca escuchó su discurso con atención.

Que califiquen uno de sus álbumes, ‘Steal this Album’, como obra maestra, además de alimentar el ego (dependiendo de quién haga la crítica), ¿resulta peligroso en el sentido de que los siguientes trabajos ya solo pueden alcanzar a su predecesor?

-Sinceramente, no. Cada álbum es mejor que el anterior porque pones mucha pasión en cada disco. Además, Steal this Album no es el único disco al que han calificado como obra maestra. Podemos conseguir algo más, no solo en lo musical? Cuando la gente hace música solo por hacer música se convierte en algo aburrido; si tu único objetivo es hacer música, estás perdido. No me preocupa la presión de crear, ya tengo demasiada presión interior para desarrollar mis ideas, y es esto lo que hace te salga la inspiración.