PAMPLONA. El novelista francés Bernard Minier, considerado uno de los renovadores del thriller en su país, opina que la novela, en general, cumple la función de cuestionar el mundo y dejar las respuestas a los lectores, los filósofos o los políticos.

El escritor, cuya novela "Una maldita historia" acaba de ser publicada en castellano, participa en la quinta edición del festival Pamplona Negra, que se celebra estos días en la capital navarra, y que por primera vez tiene a Francia como país invitado bajo el lema The French Connection.

Minier, en una entrevista concedida a Efe, señala que antes de publicar su primera obra, Bajo el hielo (2011), escribió sobre muchas otras cosas, pero que finalmente optó por la novela negra porque es la más capacitada para dar cuenta de los problemas morales, políticos, económicos, sociales y filosóficos a los que nos enfrentamos.

Es un género que nos habla del mundo en el que vivimos, de los peligros que nos amenazan y del mundo que nos esperaâ, incide para aseverar que al fin y al cabo, la ficción criminal existe desde que existe la literatura.

Igualmente, sostiene que la novela negra es necesaria porque hemos entrado en la edad de todos los posibles, tanto el mejor como el peor y añade que este fenómeno se ve en Internet, en las redes sociales, en una democracia que está cuestionada.

Explica que, en su caso, la realidad nutre a la ficción y, así, siempre necesita âuna fuente de información y datos. Por tanto, precisa que cada vez que escribe una novela elabora carpetas para cada aspecto de su nueva obra y acude a los lugares que describe porque necesita ese suelo sólido de realidad.

En su opinión, en la novela negra el asesino o el asesinato no es tan importante en la obra, ya que es más un pretexto. De esta forma, alude al asesino en serie y personaje literario de sus novelas, el exfiscal de Ginebra Julian Hirtmann, que âle sigue y le persigue.

Hirtmann no me quita el sueño porque es una ficción y tengo un diálogo constante con él, indica para añadir que, aunque este ha cometido actos terribles, él, como escritor, siempre busca, incluso en el peor de los personajes, la pequeña parte de humanidad que todavía hay.

También se refiere al comandante de la policía judicial Martin Servaz y también protagonista de su saga, y describe su relación con él como una vieja pareja en la que, de vez en cuando, ambos necesitan hacer cosas cada uno por su lado.

Bernard Minier, que pasó de trabajar en el servicio de aduanas de su país a convertirse en un afamado autor de novela negra, reconoce que la escritura le ha cambiado absolutamente todo en su vida y que ha supuesto un milagro que no esperaba.

En la actualidad, detalla, viaja mucho y descubre a muchas personas, de todos los estratos sociales, que tal vez nunca hubiera tenido la oportunidad de encontrar, y eso es una gran oportunidad y suerte.

En cualquier caso, aconseja a quienes se inician en el mundo literario trabajarâ y dedicar su tiempo, energía y alma al maravilloso mundo de la escritura, que les exigirá y dará mucho.