pamplona - El Auditorio Barañáin acogerá mañana, 9 de marzo, a las 20.30 horas la representación de La soledad de Bernarda, una propuesta de danza y texto dirigido por la coreógrafa Arantxa Villanueva a partir de La casa de Bernarda Alba de Federico García Lorca. Se trata de una función que se realiza con motivo del Día de la Mujer y con el apoyo del área de Igualdad del Ayuntamiento de esta localidad navarra. Las entradas tienen un precio de 10 euros, anticipada, y de 12 en taquilla.

Las bailarinas Usua Purroy, Marina Etxeberria, Nerea Eguillor, Atzegine Portu, Delia Bellosta, Maider Berasategui son las principales protagonistas del espectáculo que cuenta con la colaboración especial del grupo de teatro de la casa de cultura de Barañáin. Y con un papel destacado de la actriz Marta Juániz. “Se escucha mi voz e intervengo en directo sirviendo de hilo conductor. Un hilo conductor de un espectáculo valiente, potente y hermosos que a Arantxa Villanueva le ha nacido desde las tripas”, indica la intérprete, que lamenta que la Bernarda representa “la soledad y la prisión en la que muchas mujeres, por desgracia, siguen inmersas hoy en día”. Por ellas, y por todas, anima Juániz al público a asistir a esta representación. “Significa mucho que se apueste por un espectáculo de danza como este para levantar la voz desde el escenario... Pero también diré que significa que esto es un asco; un asco que tengamos que seguir reivindicándonos un día tras otro, gritando que ya basta, que estamos más que hartas. Como ha escrito Arantxa en una de las frases que cierra el espectáculo, “ojalá el dolor de todas las mujeres deje de ser noticia o argumento de una historia”.

un regalo Marta Juániz agradece de corazón a Arantxa Villanueva que le haya permitido volver a esta obra de Lorca que protagonizó, en el papel de Bernarda Alba, cuando tenía 41 años, en la despojada versión que digirió Carme Portaceli para el Teatro Gayarre. “Fue un regalo y ahora, a mis 55, vuelvo a disfrutar desde otro sitio, pero con todo, como la primera vez”. Así se consolida, además, la relación profesional que mantiene su compañía, La Nave, con Villanueva, que se remonta a la época en la que Miguel Munárriz, compañero de vida y de oficio de la actriz, llevaba el taller de teatro de Zizur Mayor. Desde entonces han colaborado en varios proyectos. “En 2017 realizó la coreografía de nuestro montaje Todas eran mis tías y yo participé en una de sus coreografías, poniendo mi voz y trabajando con las bailarinas el universo de emociones de Bernarda”, comenta. Ahora vuelven a coincidir en este espectáculo estructurado en seis escenas correspondientes a los momentos más significativos del texto, “que nos recuerda una realidad árida y dura narrada por el autor con mucha sensibilidad”, la del drama de algunas mujeres en los pueblos de este país. - A. Oliveira Lizarribar