pamplona - Corría el año 1992 y Pamplona era un páramo en lo que a grandes citas internacionales se refiere. Lo justo habíamos podido disfrutar unos años antes, en 1988, del Monster of Rock, con Iron Maiden, Metallica, Helloween y Anthrax. Así que la visita de Dire Straits, un 31 de agosto, en la Plaza de Toros, fue todo un acontecimiento.

Aquel concierto estaba integrado en la gira On every street, que a la postre sería la última de la banda y, por ende, también el último trabajo discográfico del grupo liderado por Mark Knopfler.

Aquel ciclo de conciertos fue mastodóntico, ofreciendo más de 300 actuaciones. Los precios medio de las entradas para los conciertos que ofrecieron en el Estado eran de entre 3.500 y 3.800 pesetas, alcanzado tras su paso por Barcelona (tres días), Donostia, Bilbao, Iruña o Madrid una recaudación cercana a los 500 millones de pesetas, según publicaba El País.

Desde que en 1978 editaran su primer álbum, homónimo, que incluía Sultans of swing, Dire Stratis fue creciendo exponencialmente tanto en hits como en repercusión mundial. Pero, sin duda, el disco que marcó su carrera fue Brothers in arms, editado en 1985 y que ha superado los 30 millones de copias vendidas en todo el mundo.

Dire Straits forjó así una carrera plagada de canciones que ya forman parte del imaginario popular mundial: Money for nothing, Walk of life, Brothers in arms, Romeo and Juliet, Tunnel of love, So far away, Calling Elvis... Y muchas otras que quedan fuera de una lista de esas que te deja extasiado durante unas horas. - F.F.G.