Somos lo que somos por nuestra memoria, colectiva e individual. Somos, en el sentido más amplio de la palabra, lo que leemos, lo que vemos y lo que recordamos. Pero también somos lo que cambiamos y lo que queremos cambiar. Las tradiciones son, en este sentido, parte inevitable de nuestra memoria pero al mismo tiempo un elemento abierto a una evolución constante. Parecería justo, pues, afirmar que no hay futuro sin memoria, y en este punto los museos, templos de conservación, comunicación y exhibición, tienen mucho que decir. Hoy celebran su Día Internacional bajo el lema Los museos como ejes culturales: el futuro de la tradición, y sobre estas cuestiones y más han querido dar su punto de vista los diferentes directores y directoras de las pinacotecas navarras.

En un día como el de hoy es más que lícito recordar el papel que desempeñan los museos como actores activos en sus comunidades. Su papel está cambiando y, lejos de aquella imagen de instituciones estáticas que siempre habían dado, se han convertido en espacios interactivos, centrados en la audiencia y orientados a la comunidad, bajo la premisa de la flexibilidad. Se han convertido en ejes culturales que funcionan como plataformas donde la creatividad se combina con el conocimiento y donde los visitantes pueden cocrear, compartir e interactuar.

Al mismo tiempo que preservan su misión de conservación, se acercan a una ciudadanía que cada vez más busca un consumo cultural inmediato, líquido. La clave para conseguir atraer al público a estos espacios y que su oferta le resulte igual de atractiva parte, según el director del Museo Universidad de Navarra (MUN), Jaime García del Barrio, por “ofrecer propuestas de calidad, con honestidad y de un modo que interpele al visitante. Un museo debe ser un espacio abierto, de diálogo, en el que se formulan preguntas y donde quienes nos visitan pueden participar de forma activa”, dice. Al mismo tiempo, afirma que “el arte siempre aborda lo humano y ayuda a la contemplación y reflexión personales; y en ese abordaje de lo humano, también trata la velocidad y superficialidad que nos rodea. Nos ayuda a detenernos, y esa distancia, calma y contemplación son muy necesarias en la vida”.

Izaskun Gamen, responsable del Museo Muñoz Sola, subraya que se trata de “un trabajo de saber escuchar a la sociedad y proporcionarle siempre con rigor científico y carácter divulgativo actividad atractiva que deje un poso cultural”. En este sentido, la directora del Museo de Navarra, Mercedes Jover, añade: “El museo se esfuerza en ofrecer una experiencia. Los museos no pueden consumirse, tienen que disfrutarse con la belleza que exhiben, mediante el diálogo con la pieza, con las reflexiones que propician sus bienes culturales”. Para Gregorio Díaz, director del Museo Oteiza, los museos son centros “en los que se compendian aspectos tan complementarios y a la vez tan dispares como la perdurabilidad de las colecciones y el continuo diálogo creativo con la sociedad” que poseen en su tensión su gran valor, “siendo la clave para lograr avanzar en el perfecto ensamblaje social ser artífices de productos culturales de calidad”.

¿Qué futuro le queda a la tradición? Parece inevitable que del lema utilizado este año para festejar el Día Internacional de los Museos salgan un sinfín de reflexiones. Cuestionarse qué será del futuro de la tradición parece bastante razonable teniendo en cuenta el contexto social actual en el que las reivindicaciones por dejar atrás algunas tradiciones arraigadas en la sociedad son cada vez mayores. García del Barrio lo tiene claro. “Los museos juegan un papel crucial en la pervivencia de la tradición, en el sentido de que custodian patrimonio artístico”, dice, para añadir: “Los museos deben acercar distintas propuestas que permitan un diálogo entre lo que fue, lo que somos y lo que seremos; deben ser de su tiempo y del futuro, porque el arte siempre habla de lo que perdura, y esa es la verdadera tradición, la buena tradición”.

Según Gamen, “los museos siguen encarnando un modelo tradición”, aunque esto no necesariamente quiera decir que “estén obsoletos o languideciendo, pero es vital que miren hacia el mañana con programas de difusión y comunicación abiertos”. En este sentido, afirma que “el futuro de la tradición representa el porvenir de los museos”. La responsable del Museo de Navarra, por otro lado, deja el futuro de la tradición y de los museos en manos de la sociedad. “Será lo que las personas que vivimos en el siglo XXI decidamos; si los valoramos, visitamos y disfrutamos y los alimentamos económicamente serán instituciones importantes en las que conocer y disfrutar del patrimonio artístico y cultural de la sociedad”. Asimismo, subraya que “los museos tiene, entre otras, una misión importante como memoria de una sociedad” y agrega que “una sociedad sin memoria no entiende el momento que vive, su presente, y le cuesta más ir hacia el mejor futuro posible”.

Gregorio Díaz, por su parte, apunta que “los museos son, sin duda, baluartes del patrimonio cultural e hitos de la historia”, lo que los convierte “en instituciones referenciales, que logrando mantener el pulso del pálpito contemporáneo los apuntala en la solidez de los vestigios perdurables del pasado”.

escaparates de la realidad En los últimos años, los museos han ido transformando sus prácticas para acercarse a las comunidades a las que sirven y, hoy en día, buscan formas innovadoras de abordar problemas y conflictos sociales contemporáneos. Actuando a nivel local, las pinacotecas pueden defender y mitigar problemas de escala global, enfrentándose de manera proactiva a los desafíos que afronta nuestra sociedad y, por su papel como instituciones, tienen el poder de establecer un diálogo entre culturas y construir puentes para un mundo pacífico. “El museo es un espacio vivo y, por tanto, sensible y abierto a las inquietudes y reivindicaciones sociales”, sostiene el director del MUN, para quien esto es captado por los artistas, quienes “hablan de ello sin seguir las modas; hablan de ello si perdura, si es realmente real, y hablan desde el arte”.

Gamen afirma que “las reivindicaciones afectan o deberían afectar a los museos” y que “no es posible hacer de estos una burbuja y aislarse del mundo porque no tendría ningún sentido su existencia”, ya que son un “instrumento al servicio de la sociedad y como tal deben avanzar con ella”. No obstante, recalca que “las colecciones, exceptuando las de arte contemporáneo, difícilmente se corresponden con la realidad actual de la calle”. Para Jover, los museos son espejos de la sociedad, de las pasadas a través de sus colecciones y de la presente a través de sus discursos”. También apunta que si no reflejaran las problemáticas y las luchas actuales “no serían interesantes para muchas personas, se convertirían en instituciones anacrónicas y morirían”. El responsable del Museo Oteiza, por otro lado, sostiene que “los museos son parte consustancial del engranaje social y son y deben ser permeables al sentir colectivo”, pero recalca que “como instituciones de reflexión deben ser coherentes con sus postulados, tratar su propio discurso, sumando críticamente, constructivamente, aportando mensajes desde la coherencia, el respeto colectivo y la responsabilidad debida a su esencia y contenido”.

espacios para todos La última de las cuestiones sobre la que han querido compartir sus opiniones los responsables de las diferentes pinacotecas con esta publicación hace referencia a su transformación en la relación con el público, que ha pasado de ser unidireccional a establecer una comunicación directa entre obra y público. ¿Todo el publico es capaz de adaptarse a esta nueva forma de entender el arte? Según García del Barrio, “no se puede perder de vista que el museo es un espacio abierto para todas las personas y que hay que trabajar para que cada visitante encuentre su lugar, su espacio” y, en este sentido, “no es tanto el público quien debe adaptarse a los museos sino los museos a las nuevas necesidades de los visitantes”.

Gamen prefiere pensar “en museos vivos más que interactivos” y reclama la necesidad de un “departamento de Educación en los museos” que permita al visitante “establecer un diálogo” partiendo de “unos conocimientos básicos”. También Jover considera que los museos intentan “que cada cual encuentre lo que busca y que disfrute” y dice que, aunque a algunos les cuesta más que a otros, “en general la participación activa se agradece”. Y Díaz concluye que la interactuación no se reduce únicamente al elemento tecnológico, sino que “la clave reside en el potencial humano y en la capacidad de apertura y evolución continuada del museo del siglo XXI”.

Museo de Navarra. Hoy, visita guiada en euskera con Imanol Aguirre, miembro del equipo Edarte de la UPNA (11.30 horas). Visita con Camino Oslé (12.30 h). Visita con su autor Patxi Irurzun (18.00 h). Visita a la exposición de Carlos Irijalba (19.00 h). Visita guiada con Mercedes Jover (20.00 h). Las visitas guiadas para toda la familia serán hoy a las 17.15 h y mañana a las 13.30 h. Mañana, visita a la exposición de Henri Lenaerts (12.30 h).

Museo Universidad de Navarra. Visitas guiadas hoy y mañana a las 12.00 horas.

Museo Muñoz Sola. Hoy, visita infantil (11.00 horas). Visita guiada al Museo de Tudela (11.00 horas). Concierto Medusa fluye, se adapta e irrita (12.30 horas). Visita guiada a la catedral (20.30 horas).

Museo Oteiza. Visita guiada con Gregorio Díaz, hoy (12.00 h).

Museo del Carlismo. Hoy, inauguración de la exposición Multiprisa: Miradas actuales al carlismo. Taller de iniciación al grafiti (11.00 horas). Visitas guiadas (18.30 y 19.30 horas).

Museo Etnológico. Visitas guiadas hoy (17.00 horas) y mañana (12.00 horas).

*Hoy y mañana la entrada a los diferentes museos será gratuita.