donostia - Josefina Molina, directora, guionista, literata y feminista sobre todas las cosas, recibió ayer un Premio Nacional de Cinematografía con el que el cine español “hace justicia” con una mujer que siempre ha vivido “a contracorriente”, pionera, luchadora y referente para generaciones de mujeres cineastas.

“Si miro hacia atrás -dijo Molina al recibir su premio-, lo que tengo más claro es que si no me hubiera dedicado al cine estaría en el vacío. Quería hacer cine, sobre todo y ante todo”, declaró la octogenaria que pidió ayuda a su amigo José Carlos Plaza para ver “qué hacía”, porque le faltaba el aire.

Y es que Molina fue recibida en el Centro Internacional de Cultura Contemporánea Tabakalera con todos los asistentes, prensa incluida, puestos en pie, con un larguísimo aplauso.

Patricia Ferreira, también directora de cine, presentó a la premiada como la compañera que le alentó en sus primeros años para dedicarse al cine, “modelo y referente, cineasta admirada, cómplice y amiga”. “Ha sido una guionista y directora pionera; para eso hay que ser muy valiente y ejercer esa valentía”, dijo Ferreira.

Otro amigo, José Carlos Plaza, multipremiado maestro de las artes escénicas, valoró el “rigor inapelable, volcánico e inapelable” de su uso de la palabra y su respetuoso modo de versionar la obra de otro, y ha celebrado su “honestidad”, al tiempo que resaltaba el haber sido una mujer “a contracorriente”.

“Empezaste, vives y sigues a contracorriente: ¿no seremos los demás los que estamos equivocados?”, manifestó el director teatral, quien considera a su amiga “modelo para generaciones de cineastas”.

Molina dedicó su premio a las mujeres de su generación y a sus compañeras de CIMA “que han sabido sustituir la soledad por la solidaridad”.

También tuvo un recuerdo para la exministra feminista Carmen Alborch, por su contribución “a las inquietudes intelectuales que afectan a las mujeres”, y también para “todas las mujeres que hemos batallado porque las mujeres tengan los mismos derechos que nuestros compañeros”, entre ellas, la actual vicepresidenta en funciones y exministra de Cultura, Carmen Calvo.

Pero sobre todo, Molina trasladó su premio “a aquella niña de Córdoba, nacida en la Guerra Civil, que hizo todo lo posible por romper la inercia con la que destinaban a las mujeres a las tareas del hogar: a aquella niña que decidió dedicarse al cine”.

“Las leyes han venido después de mucho batallar, y de muchas víctimas en el camino, pero ahora nos encontramos con algo que no esperábamos: el rechazo malintencionado y vergonzante de quienes quieren quitar las leyes contra la violencia de género. Todas las luces rojas se han encendido”, dijo Molina. - Efe