madrid - En su más reciente aventura musical, Quique González pone música a “palabras vividas” que no son suyas pero que lo parecen, las de Luis García Montero, su amigo, director del Instituto Cervantes y “el mejor poeta vivo del mundo”, como lo define el cantautor. “Trabajar con él ha sido un regalo de la vida en todos los sentidos”, resume en una charla el músico, tras materializar un proyecto que se lleva cuajando tanto tiempo como su amistad, más de tres lustros.

González (Madrid, 1973) echa la cabeza hacia atrás, también la memoria, intentando recordar cuándo fue la primera vez que se vieron. Él había utilizado el poema Habitaciones separadas de García Montero para componer su famoso Aunque tú no lo sepas y, en un acto de promoción del álbum Pájaros mojados (2002), aquel se le acercó para agradecerle que su música le hubiera “reconectado” con su hija.

“Me considero amigo suyo desde entonces, porque es una persona extremadamente generosa que te hace sentir en casa desde que lo conoces”, subraya, antes de recordar que casi inmediatamente nació la idea de entrecruzar sus mundos artísticos.

González empezó a bucear en los libros de García Montero en busca de “canciones susceptibles de ser musicadas, pero la idea se quedó en un limbo”, hasta que hace 4 o 5 años el segundo le mandó los versos de Pistolero muerto. El disco Las palabras vividas (Cultura Rock Records) empezó así a tomar auténtica forma, pero vertebrado por escritos inéditos.

Quique González es una de las actuaciones del próximo festival Santas Pascuas que se celebra en diciembre en Pamplona. - Efe