Mastodonte, en el Gayarre: "No nos gustan las tribus, hemos pasado ya por varias"

Asier Etxeandia: -Sí, te lo juro (ríe). Así va a ser, mucho másde lo que te imaginas.

¿Cómo definirían los conciertos que están ofreciendo?

A.E.: -Ante todo es un concierto, pero está lleno de muchas otrascosas. Es un viaje que tiene un concepto escénico y teatral conel que buscamos la catarsis del público, que de alguna formasalga transformado, que se celebre a sí mismo, que esta experienciase quede en su memoria para siempre. Intentamos trasladar lahistoria con el sonido, con las imágenes, con las emociones ycon el discurso interno que tenemos... Sobre todo es un ritual,una fiesta pagana.

¿Es un ritual para conjurar los miedos con los que todos cargamos?

A.E.: -Sí, el Mastodonte es esta puta vida que a veces pesa tantoque nos deja paralizados. Por eso lo de la transfiguración, porquetenemos que transformar todo eso y ser nosotros los mastodontes.Lo difícil de la vida es que sabemos que van a ocurrir calamidadesy desgracias, pero tenemos que aprender a gestionarlas y a reírnosde ellas de alguna manera.

Los espectadores no les quitan ojo, pero ¿qué es lo que ven desdeel escenario?

E.B.: -Al principio se quedan muy sorprendidos y se genera muchaexcitación. La gente se queda hiperexcitada. La fusión de estilos,con un sonido muy potente, y la estética son muy importantes.El público sigue el discurso que le contamos y se deja contagiarpor la idea de transfiguración, por la posibilidad de abandonarsus miedos, sus inseguridades aunque sea por una noche.

Asier Etxeandia y Enrico Barbaro se conocieron cuando trabajaronjuntos en El intérprete y decidieron sumar talentos para Mastodonte.Parecen muy diferentes, quizá por eso funcionan juntos.

E.B.: -Sí, somos muy diferentes, pero nos hemos ido transformando...

A.E.: -Yo cada vez parezco más Enrico y Enrico parece cada vezmás Asier (ríe).

E.B.: -Estamos experimentando una simbiosis (ríe). Este viajenos está sirviendo para transformarnos y para aprender el unodel otro. Tenemos una edad en la que sabemos apreciar los cambios.

A.E.: -Hombre, Enrico es un músico maravilloso, con un talentodescomunal, con una capacidad creativa y creadora enorme y conun gran capacidad de escucha. Con él me siento querido, protegidoy veo que mi discurso a él le vale. Los dos queremos hablar delo mismo; aunque seamos muy diferentes, nos duelen cosas muyparecidas. Llevo esperando a Enrico toda la vida, así que ahoraque nos hemos encontrado, juntos para toda la vida (ríe). Mastodonteseguirá aquí hasta después de muertos.

¿Asier Etxeandia tenía pendiente el sueño de la música?

A.E.: -Bueno, nunca he abandonado la música, siempre he cantadoy he hecho mis letras, pero es cierto que mi trabajo como actorno me permitía mucho más. O quizá la vida era más inteligentey no me estaba dejando y esto ha llegado cuando tenía que llegarpor algún motivo. Y creo que a esta edad ya me han roto el corazónlo suficiente como para cantar un blues, como decía Billie Holiday.

No es habitual encontrar un proyecto musical con tantas influenciasy sonidos diferentes, sobre todo en un mundo obsesionado porponer etiquetas a todo.

A.E.: -Precisamente, nuestra etiqueta es que huimos de las etiquetas.Nuestra identidad es que cambiamos de identidad. La libertaddel ser humano está en escapar del sambenito, de lo que piensande mí... Qué maravilloso es cuando una persona cambia de ciudady puede empezar de cero y ser quien le dé la gana. Con Mastodontehacemos eso cada día, no nos gustan las tribus, hemos pasadoya por muchas y nos gustaría crear una nueva en la que entregente de todo tipo, con vivencias diferentes, edades distintasy todos juntos. Mientras lo que tocamos sea de verdad y sea decalidad, nos da igual pasar de la música clásica, al reggae oal heavy metal.

E.B.: -Y no sabes las ganas que tenemos de sentarnos con nuestromaterial nuevo para seguir en esta línea. Al fin y al cabo,somos personas con nuestras influencias musicales y con nuestrasexperiencias. La música tiene que ser un vehículo para ir siemprea más, no tiene por qué ser fiel a sí misma ni cada canción tieneque durar tres minutos porque si no aburre, ni un sonido prefabricadoy etiquetado. Hoy en día sentimos que tenemos que ser coherentescon nosotros y buscamos la forma adecuada para lo que queremostransmitir, según el mensaje y según nuestro estado de ánimo.

¿El arte en general y la música en particular son buenas formasde enfrentarse a todo y a todos?

A.E.: -Lo vemos así, y los utilizamos de forma exorcizante.Creemos totalmente en el poder transformador del arte, a nosotrosnos ha cambiado la vida una película, una canción, una pintura...Y por eso lo utilizamos para sanar también.

La estética, los vídeos, las letras... Han mimado hasta el últimodetalle del proyecto.

A.E.: -Es que creemos que tiene que ser así, y estamos muy bienrodeados.

E.B.: -Tengo la suerte de tener artistas increíbles dentro dela familia y entre los amigos, y también por eso este ha sidoun viaje increíble. Los videoclips están muy cuidados.

A.E.: -Enrico y yo disfrutamos mucho no solo de componer lascanciones, sino también cuando imaginamos cómo va a ser el show,qué vestuario, qué iluminación, qué canción cantar antes queotra... Y de elegir las imágenes en los videoclips, creando pequeñaspelículas: qué personaje soy en cada momento, cómo va vestido,cómo se mueve, qué dolor padece... Hacer un álbum conceptualcomo el que hemos hecho conlleva todo eso, la creación de unaobra completa.

E.B.: -Todo esto tiene que ver con la parte de la belleza, perohay que decir también que nos podía haber pasado que despuésde soñar muy grande nos la hubiéramos pegado contra la realidad.Pero no, ni eso nos ha parado.

Hablando de rituales, ¿tienen alguno antes de salir a escena?

A.E.: -Nos juntamos todos en círculo, ponemos nuestras manosen el centro y gritamos power al ritmo y a nuestros corazonesmientras bebemos tequila. Así nos preparamos para el rock anroll y para la escucha. Tenemos muy presente al público.

En el Gayarre hay butacas, pero seguro que quieren al públicoen pie.

A.E.: -Claro, el teatro siempre ha sido para romperlo. Pedimosa las personas que bailen, que celebren, que acaben transformadas...No permitimos que estén mucho tiempo sentadas.

En cuanto a la faceta actoral de Asier Etxeandia, este ha sidoun año importante con Dolor y gloria, que le ha dado una nominaciónal Goya, con su protagonista en Sordo, con Mastodonte, con nuevosrodajes...

A.E.: -Soy un afortunado, solo puedo dar las gracias al universopor lo que ocurre y lo que quiero es que esto no pare nunca hastael día en que me muera. Estoy muy agradecido.

E.B.: -Gracias al universo no, a ti.

A.E.: -Eso, gracias a mi esfuerzo, a nuestro esfuerzo en el casode Mastodonte.

Se lo ha currado.

A.E.: -Sí. Los que me rodean saben que no paro, que estoy alborde de la embolia todo el rato. Y me viene muy bien que melo reconozcan de vez en cuando (ríe).

Pues que el público se vaya preparando para asomarse al bordehoy en Pamplona con Mastodonte.

A.E.: -Exactamente, que vengan sin prejuicios, a celebrarse así mismos y libres, porque este espectáculo es un regalo paraellos.

DE UN VISTAZO

La cita. La transfiguración del Mastodonte, hoy, a las 20.30horas, en el Gayarre, con Mastodonte.

Entradas. De 4 a 24 euros.

Autores y dirección artística. Asier Etxeandia y Enrico Barbaro.

Intérpretes. Asier Etxeandia (voz), Enrico Barbaro (bajos, sintetizadores,programaciones), Iván Prada (guitarra eléctrica), Domi Oliver(piano, percusión, batería electrónica, saxo, guitarra acústica),Enrico Barbaro Jr. (violoncello, percusiones).

EL PROYECTO

Viaje hacia uno mismo. La transfiguración del Mastodonte esun periplo en la búsqueda de las causas de las frustracionesy los miedos que no nos permiten ser fieles con nuestra íntimay exclusiva forma de ser. Si en El Intérprete Etxeandia hablabade lo que los demás le hacían al niño, en La transfiguracióndel Mastodonte se habla de lo que el adulto se hace a sí mismo.Con una potente experiencia sonora y visual en la búsqueda deun cambio vital hacia una colectiva redención. Un concierto dirigidoal corazón. Energía en estado puro para sacudir al publico conmúsica y placer.