Una exploración del tiempo -de los tiempos presente, pasado y futuro- y de las diferentes maneras de medirlo creada a través del arte textil es lo que propone la nueva instalación que habita desde ayer el Horno de la Ciudadela, Hiru Hari Hori.

Un trabajo multidisciplinar y conceptual, poético y sugerente, que nace de la unión de los universos creativos de tres artistas mujeres con un código de expresión común: la escultura textil. Un medio que Berta Osés Suárez Beruta, Sandra Arróniz y Maitane Azparren reivindican por sus potencialidades plásticas y que, lamentan, "tiene mucha carga negativa y ha sido muy infravalorado en el arte contemporáneo por diversos motivos, unos de género, otros de clase". Las tres artistas se sumergen en esta instalación desde una perspectiva individual -cada una en dos piezas- en visiones del presente y el pasado por medio de bordados, troquelados, nudos y puntadas, y confluyen las tres en una conclusión colectiva que plantea un futuro común, materializado en esta exposición en una escultura central realizada a seis manos en un proceso de creación inmersivo.

Esta pieza creada en conjunto con una técnica avanzada del origami se nos presenta a modo de "pozo de los deseos" o "agujero negro", y coloca al espectador frente a su propio reflejo invitándole a reflexionar y/o soñar sobre el futuro incierto al que, como humanidad y como individuos, nos precipitamos. Invitándole a ir a las profundidades para resurgir luego con fuerza y renovación. Un pozo que se va llenando -sonoramente- con agua, elemento que simboliza "la esperanza, lo que puede albergar vida en un momento dado", explican las autoras.

En sus creaciones, Beruta interrelaciona pasado y presente como "un flujo continuo" para hablarnos de las fases vitales por las que pasamos a nivel emocional y psicológico. El "pasado silenciado y constreñido de la mujer" y su presente más "liberador y dinámico, moderno y avanzado", están en estas obras que la artista y diseñadora ha creado esperando que sean completadas por "la mirada y la manera de entender el mundo" de los visitantes a la instalación. Sandra Arróniz, por su parte, fusiona fotografía con creación textil para reflexionar sobre lo efímero del presente y la fina división entre pasado y presente, y propone nuevas maneras de medir el tiempo a través de un "juego de presentes conscientes" que la artista ha realizado haciendo anudados y tomando nota de los despistes que ha tenido durante ese ejercicio consciente.

El doble carácter de la familia, que "puede ser protectora pero en un momento dado puede convertirse en algo asfixiante o tóxico", inspira una de las piezas que firma Maitane Azparren: una máscara antigas bordada a mano en tono rosa, el color de la sangre en la tela. La otra obra que presenta, y que simboliza el pasado, es una apilación de ajuares elaborada en papel seda que hace referencia al pasado de la artista como vedette.

Sandra Arróniz Lacunza. Artista multidisciplinar conceptual, trabaja en torno al tema del cuerpo, ya sea presente o mediante su huella, la vestimenta. En el Horno presenta las obras de creación individual Pasado presente y Presentes pasados.

Maitane Azparren. Artista plástica cuyo trabajo se distingue por la utilización del papel, la distorsión de las escalas y la ausencia de color, con los que intenta crear atmósferas etéreas, centrándose en los pequeños detalles de la naturaleza. Firma en el Horno Je suis désolé y Aita, ama, zenbat pistaxo jan nituen atzo?.

Beruta. Artista y diseñadora, proviene del medio audiovisual y, desde hace más de una década, realiza principalmente escultura textil y fotografía. Su obra explora la capacidad expresiva de la tela y su potencial para evocar emociones. Ira(in)ga(i)na y Lady Gocriba son los títulos de sus piezas de creación individual en la instalación conjunta Hiru Hari Hori.