La de ayer fue una noche sin reivindicaciones. Al menos, a primera vista. Ya había anunciado la Asociación de Mujeres Cineastas y de Medios Audiovisuales que, al contrario que en las ediciones pasadas con el reparto de abanicos rojos, este año no habría ninguna acción. Sí hubo, como es habitual, múltiples peticiones a las instituciones de apoyo al cine y a la cultura en general, en una alfombra roja que se tiñó de blanco y negro, los dos colores triunfantes de la noche.

De blanco aparecieron los primeros en llegar -pasadas las seis de la tarde-, como el actor y director Eduardo Casanova, quien acostumbra a sorprender con cada atuendo; o la influencer Dulceida -Aída Domenech-, que acudió con un vestido firmado por Ze García y zapatos de Jimmy Choo. Carmen Arrufat, la nominada más joven de esta edición por La inocencia, pasó radiante con un vestido blanco de Teresa Helbig. Y Silvia Abril, que presentó de nuevo la gala de este año junto a Andreu Buenafuente, también apostó por el blanco con un modelo de Lorenzo Caprile, y afirmó a los medios de comunicación que ella era "la novia" de estos Goya y que por eso había elegido un color que, viendo la llegada de invitados y, especialmente, invitadas, triunfó.

También los hubo quienes apostaron todo al negro, como la cantante navarra Amaia, que agradeció que volviesen a contar con ella para una nueva gala -también participó el año pasado-y subrayó que, en esta ocasión, le hacía especial ilusión poder cantar a Marisol. "La he tenido idolatradísima siempre, así que es todo un honor", señaló Amaia, quien lucía un diseño de María Roch. Se acordó también de Pepa Flores Itziar Castro, quien mientras posaba ante los medios de comunicación se arrancó a cantar un fragmento de Tómbola, de Marisol. "Es lo que toca, ¿no? Es que yo siempre he querido ser ella", bromeó.

Sin duda, uno de los más esperados la noche de ayer era Antonio Banderas -nominado a Mejor actor por Dolor y gloria-, que lucía un esmoquin a medida de Emidio Tucci. Banderas ha recibido ya grandes premios por su papel en la película de Almodóvar y está nominado a su vez a Mejor actor en los Oscar, compitiendo directamente con Joaquin Phoenix (Jocker). El actor afirmó no darse cuenta "del significado total de este trabajo" en el que ha interpretado al director manchego. Fue precisamente Almodóvar, también adscrito al total black, quien dijo que quería hablar "de Pedro a Pedro", refiriéndose al presidente del Gobierno, para recordarle que "el cine forma parte de nuestra memoria".

Y más allá de algunos y algunas que lucieron impresionantes diseños en diversos colores, como Belén Rueda y su vestido verde o el coreógrafo Antonio Najarro que ondeó una capa en la alfombra roja, lo que quedó claro en la noche de ayer es que los clásicos siempre funcionan. Como el vestido escogido por Marta Nieto, firma de Jorge Acuña, quien estaba nominada a Mejor actriz por su papel en Madre. La intérprete dijo que el cine español "debería estar apoyado desde todas las instituciones" porque "eso significaría dinero para hacer películas dignas".