- Los animales de la fauna silvestre se desplazan por el campo por unas sendas que utilizan de forma habitual, rutas que cruzan vías de comunicación e incluso canales de agua, por lo que hay que habilitar pasos fauna para evitar que sean atropellados, o en el caso del Canal de Navarra impedir que mueran ahogados cuando caen en ellos al intentar atravesarlos.

Cuando una obra pública se inicia desde cero es mucho más fácil el diseñarlos y construirlos, como cuando se hizo la Autovía del Pirineo, en el que se pusieron en contacto con Adecana para que a través de las Sociedades de Cazadores de las zonas que las cruzaba les informaron a los técnicos donde instalarlos, algo que no ocurrió en una gran parte de la Autovía del Camino, donde a partir de Puente La Reina ocurren una gran de accidentes con fauna por no haber previsto los pasos que los evitara. En cambio, como ocurre con la reforma de la carretera N-121-A en una vía 2+1, si encima no hay una gran disponibilidad presupuestaria, los problemas para hacerlos se acrecientan, pero cuando lo que está en juego es la vida de las personas hay que hacer los esfuerzos necesarios para minimizarlos en lo posible.

La carretera N-121-A, la cual une Arre con la frontera de Gipuzkoa, es una zona de gran siniestralidad ocasionada por atropellos de animales al ser esta una zona donde habitan un gran número de animales con una densidad de tráfico de 11.000 vehículos diarios, de los cuales unos 2.400 son camiones. Por este motivo, a entender de Adecana, para mejorar la seguridad implica hay que poner el máximo interés en instalarlos en los puntos más conflictivos, que están perfectamente contrastados a través de diversos estudios.

Una vez presentado el proyecto del trazado del conversión de la carretera N-121-A en la vía 211, desde Adecana, ayuntamientos de la zona y asociaciones de Cazadores afectadas se presentaron alegaciones en relación con los pasos de fauna que entendían que se deberían instalar fundamentando estos en diversos estudios que lo corroboran como, el informe encargado por el Departamento de Obras Públicas, Transportes y Comunicaciones del Gobierno de Navarra titulado Estudio de las relaciones entre la fauna silvestre y las vías de comunicación en la Comunidad Foral de Navarra; el Informe de identificación de pasos de cruce frecuente de fauna cinegética en la red foral de carreteras de Navarra de noviembre de 2017, el Estudio de seguridad vial en la red de carreteras del Gobierno de Navarra durante el periodo 2012-2016, en el que se hace constar que la N-121-A es una de los tramos de más alta concentración de accidentes identificados, así como el Estudio realizado por la empresa pública Gestión Ambiental Navarra en el que constan la gran cantidad de accidentes que han tenido lugar en esta carretera con ciervos, corzos, jabalíes y zorros desde el año 2000 hasta el 2016, haciéndose mención en el mismo la "bomba de relojería" que son la zona entre Sorauren y Olave, de Olave hasta Enderiz, de Ostiz hasta Burutain, de Etxaide hasta Lanz, y de ahí hasta Arraitz.

En respuesta a estas alegaciones, a pesar de los informes técnicos presentados, los cuales consideran que es imprescindible el dotar en este tramo 1 de la carretera de pasos de fauna, sus proponentes se han centrado en aceptar otras modificaciones, no aceptándolas por ahora, manteniendo además la barrera vertical en la mediana que los alegante entienden que puede empeorar más la situación al dificultar que los animales que accedan a la vía tengan dificultades para abandonarla.

Mediante la correspondiente Orden Foral se ha procedido a la aprobación provisional del proyecto de conversión de la carretera N-121-A, Pamplona-Behobia, en vía 2+1 entre el pk 5+550 (glorieta de los túneles de Ezcaba) y el pk 10+500 (travesía de Olave) iniciándose el expediente expropiatorio de los bienes y derechos afectados por el proyecto, sometiendo dicho proyecto a información pública, durante un periodo de un mes, el cual finaliza el 16 de julio, pudiéndose formular, por escrito, cuantas observaciones o alegaciones se estimen oportunas.