reo que más gente verá Hamilton entre el 3 de julio y el 5 de julio que en todo el tiempo anterior”, reflexionó el neoyorquino de origen puertorriqueño junto con los compañeros de reparto del musical por el que se ha llevado, entre otros galardones, 11 Tonys, un Grammy y un Pulitzer. Aunque Hamilton ha arrasado en medio planeta, Miranda no oculta su nerviosismo ante el anticipado estreno de la cinta en Disney+ mañana mismo.

El filme, dirigido por Thomas Kail, fue grabado durante tres días consecutivos de representaciones del musical en junio de 2016 en el teatro Richard Rodgers de Broadway con nueve cámaras distribuidas por el anfiteatro, algunas entre el público. “Te recuerda lo que se siente cuando estás sentado en un lugar con un montón de gente a la que no conoces para vivir una experiencia”, dijo Kail sobre el carácter de la película que, además de ser un fiel reflejo del musical, pretende transportar al espectador hasta el anfiteatro. “No estamos intentando que sea como el propio show. Es una experiencia en sí misma”, subrayó Kail, a lo que Miranda añadió: “Esto es mejor que la mejor butaca del teatro”.

La película iba a estrenarse antes en cines en otoño de 2021 para pasar después a la pequeña pantalla, pero la llegada de la pandemia cambió los planes. “Nos costó un poco darnos cuenta de que no se iba a interpretar Hamilton en ninguna de nuestras cinco producciones, y tampoco en Londres, durante un largo tiempo. Nos llevó tiempo ajustarnos a las nuevas pautas del mundo”, explicó Miranda. “Pero luego nos dimos cuenta de que era una oportunidad increíble. Siempre hemos dicho que lo que queríamos era democratizar Hamilton, que el mundo viera a nuestra compañía hacer este show”, destacó. Un deseo con el que también coincidió el actor y cantante Daveed Diggs, otro de los protagonistas, que señaló que una de las cosas que incomodaban al grupo de intérpretes era el acceso restringido a esta obra, dado que una entrada costaba, como mínimo, 270 dólares (238 euros). “La gente simplemente no se podía permitir la entrada, y aunque pudieran, solo había un número limitado de asientos”, recordó Diggs, que subrayó que tanto la producción de Hamilton como el elenco estaban en “guerra constante” con la reventa, donde se llegaba a pedir hasta 2.500 dólares (2.200 euros) por una entrada.

Miranda ha hecho varios esfuerzos en los últimos 5 años para tratar de llevar a la calle esta cotizada obra, que cuenta con canciones de distinto género la historia de uno de los fundadores de EEUU pero teniendo en cuenta la diversidad cultural y racial del país en la actualidad. Por ejemplo, trasladó en más de una ocasión Hamilton, que ha recaudado casi 650 millones de dólares (575 millones de euros) solo en Broadway, hasta los ciudadanos menos pudientes de Nueva York, cortando calles para interpretar parte de la obra. Desde que Hamilton se estrenó en 2015 no ha visto una butaca vacía en Broadway, con el público rendido a un musical que convirtió la biografía de uno de los fundadores de EEUU en un fenómeno cultural. Este autor de origen puertorriqueño escribió la obra sin grandes ambiciones después de quedar fascinado por la biografía de Alexander Hamilton. “Estuve 6 años escribiendo y yo pensaba que al menos, bueno, pues algunos grupos de escuela irían a ver el espectáculo, que maestros de Historia llevarían a sus estudiantes. Pero nadie pudo anticipar lo que ha pasado”, asegura en perfecto castellano. Lo que pasó es que además de arrasar entre la crítica, el público se entregó completamente a un musical que rememora el nacimiento de Estados Unidos a ritmo de hip-hop, pop, soul, R&B y géneros más clásicos. Beyoncé, Julia Roberts, Madonna, la familia Obama, los Clinton, Tom Hanks, Bernie Sanders, Mike Pence, Selena Gómez y Jennifer López; todos se han sentado en las gradas para ver y aplaudir el espectáculo.

Aunque son dos horas de puro entretenimiento, la celebración de los orígenes del país norteamericano, del pasado migrante de su protagonista y de asuntos como la esclavitud tocan profundamente el fondo de esa nación. El artista entiende que, en medio de la ola de protestas contra el racismo más importante en décadas, resulte imposible no dar con paralelismos entre el sentir de las calles y el musical. “Como Hamilton trata del origen siempre tiene algo que decir, pero lo que sale de ella y te golpea... cambia según el momento en el que estamos como país”, apunta. Entre las discusiones de Hamilton con el resto de políticos aparece la esclavitud, “cuya huella sigue presente y aún se habla de sus efectos” o la profunda división política entre los Estados que formaron esta potencia mundial. “Estamos teniendo conversaciones sobre qué queremos mantener de EEUU y qué cambiar -opina-. Hablar del pasado con honestidad es la única manera de hacerlo”.

Miranda quita peso a la conversación: “Mi trabajo fue dar dos horas y pico de espectáculo para dejarte riendo y llorando, no es un libro de Historia, es un musical”. Ahora, un sencillo gesto hará que el fenómeno llegue a miles de hogares: tan fácil como dar al play para ver una función del musical íntegra, con Miranda en el papel de Hamilton. El público que aún no sepa de qué va este prodigio conocerá la chispa que lo prendió: la vida de Alexander Hamilton, primer secretario del Tesoro de EEUU, un hombre que nació en 1757 pobre, sin familia y emigró a Nueva York para formarse. “Para mí, era otro gringo impreso en nuestro dinero, el tipo del billete de 10 dólares”, recuerda. Entonces leyó su biografía, supo que nació en el Caribe, viajó a la Costa Este para formarse y se identificó con él. Cuando en 2015 el Tesoro quiso reemplazar la cara de Hamilton en los billetes de 10 dólares, la popularidad que le dio el musical frenó los planes. Y ahí sigue, del Caribe a quedar inmortalizado en los billetes... y en un musical.