i algo bueno ha surgido del confinamiento colectivo al que nos sometió el coronavirus ha sido la evidencia de la necesidad de la lectura y la cultura en nuestras vidas. Muchos leían los libros que tenían por casa y otros compraban nuevos títulos de forma online. Mientras tanto, los libreros, en especial los sufridos de barrio, y las pequeñas o medianas librerías, se encontraban en una situación de amenaza por la nuevas tecnologías y la covid.

Las librerías navarras luchan por mantenerse abiertas frente a las medidas que la covid está generando en esta segunda ola. Durante la cuarentena, aumentó el consumo de cultura como las películas, series y libros, pero las grandes plataformas de venta online, como Amazon, están acabando con la venta de libros tradicional.

"La pandemia nos ha afectado. Ha hecho que haya menos gente. Los bares también están cerrados, por lo que hay menos personas paseando que entran a la librería a curiosear. Esto es una cadena, si no funciona algo, esto afecta a todos los sectores", afirmó uno de los propietarios de La casa del libro (Calle de la Estafeta,36), Fernando Buttini.

Muchas librerías ya disponían de páginas web para vender libros, y las que no, tuvieron que digitalizarse para poder adaptarse a los nuevos formatos de ventas. La cuarentena generó que apareciesen nuevos lectores y lectoras y los que ya eran fieles de la lectura siguiesen consumiendo cultura para llenar esos ratos libres de confinamiento. Lo más leído fue la narrativa de ficción , de humor y los thrillers. "Los lectores buscaban evadirse de la negatividad y las malas noticias con historias fantásticas o relatos de tensión".

Actualmente, las librerías han desplegado una serie de medidas para poder continuar con la venta física. Todas deben disponer de aforo limitado según el tamaño de la tienda, deben tener geles desinfectantes en las puertas, los expositores se tienen que limpiar frecuentemente e incluso en algunas no se pueden tocar los libros. Sin embargo, no poder palparlos ha hecho que en muchas ocasiones los lectores se fíen más de sus libreros. Al no poder manosearlos, la palabra del librero y su recomendación es ley. "He notado que muchas veces enseñas cosas que sorprenden. Antes de la pandemia, cuando se podían tocar los libros con normalidad, la gente venía con una idea concreta y no exploraba nuevos géneros o artistas. Ahora, como tengo que ser yo la que les enseña los libros en mano, he sorprendido a muchos lectores con obras diferentes", comentó la dueña de La juguetería de libros (Calle Campana, 13), Ana Fernández.

El futuro de las librerías Pese a la forzada digitalización que muchas empresas y pequeños comercios han tenido que afrontar, los libreros siguen teniendo esperanzas de que se mantendrán a flote, ya que un gran número de lectores sigue prefiriendo los libros físicos. "Hay que ser positivos, todavía hay gente que prefiere el libro en papel y las librerías de toda la vida ya que opinan que tienen su encanto, hay que mantener y luchar por esta tradición", afirmó la librería Katakrak (Calle Mayor, 54, Pamplona).

Muchos escritores han lanzado sus libros tras la cuarentena por la inspiración que les generó, libros que tratan de temas relacionados con la pandemia, las librerías se mantienen abiertas pese a las nuevas medidas y , además, con ilusión de seguir vendiendo libros en estos tiempos tan difíciles.

Centenario. Ramón Bengaray. Osasuna y República, de Esther Aldave. Coincidiendo con el centenario del equipo Osasuna, se ha publicado este libro que habla sobre la vida de Ramón Bengaray, quien fue directivo del Osasuna.

Premio Planeta. Aquitania, de Eva Garcia. Un cautivador thriller histórico que atraviesa un siglo repleto de

venganzas, incestos y batallas. Un turbador misterio en torno a tres vidas que forjarán lo que más tarde se llamará Europa.