El Museo Reina Sofía levanta el telón de una veintena de salas que ha diseñado desde cero y que son el primer avance de su nueva colección permanente: 2.000 obras nuevas saldrán de sus almacenes, un 70% de lo que se verá será nuevo y por primera vez, habrá diseño, arquitectura y dos plantas dedicadas al siglo XXI. “Los tiempos cambian. Este museo no es un repositorio, ni un almacén”, dijo el director del museo, Manuel Borja Villel, sobre los cambios que presentó ayer. “La remodelación será prácticamente total”, avanzó.

Borja-Villel,en la recta final de su tercer y último mandato, ha concebido seis episodios para el nuevo recorrido de la colección permanente. Ayer presentó el primero, que se ubica en la 4ª planta del museo y abarca de la sala 411 a la 428. La nueva propuesta, titulada Nos ven: de la modernidad al desarrollismo, abarca desde los años 50 y el emblemático American Way of Life hasta el desarrollismo español de los sesenta y la apertura al turismo del Spain is different, con un especial atención al arte hecho por mujeres. Todo ello, contado a través de cuadros, esculturas, objetos de diversa procedencia, instalaciones y todo tipo de formato de obras. Como novedad, entran por primera vez el diseño y la arquitectura en el recorrido.

Entre las obras más novedosas incluidas en este primer apartado se encuentran una araña de Louise Bourgeois, un cuadro de Rothko, y varios diseños de la pareja Eames. También hay una obra realizada específicamente por Rogelio López Cuenca para el nuevo recorrido.

“El museo está situado, hablamos desde un lugar determinado”, dice Borja-Villel sobre el recorrido que firma junto a Rosario Peiró, jefa del área de Colecciones del museo. Esto significa que la historia que proponen combina estrofas de la historia mundial y el relato internacional, con la voz de la historia española.

Uno de los ejes fundamentales del nuevo itinerario son los guiños a exposiciones históricas, a las que se hace referencia a lo largo del recorrido para comprender el contexto histórico en el que se ve a los artistas. Así, la reivindicación del arte figurativo de la exposición New Images of Man, del MoMA en 1959, con Leon Golub, Francis Bacon, Graham Sutherland o Jean Dubuffet, centrados en la crítica de la sociedad de masas, se contrapone con la sala contigua, El cuerpo y la casa, donde un conjunto de obras de Dorotea Tanning y Louise Bourgeois hablan sobre el espacio privado y lo doméstico. España se introduce en el relato a partir de las siguientes salas, una de las más importantes es la que rememora la exposición que el MOMA dedicó a artistas españoles de la época. Chillida, Tapies, Saura, Feito o Manolo Millares, y una única mujer, Juana Francés, son elegidos como representantes del arte español en una exposición que fue gestada “al más alto nivel diplomático”, subraya Peiró.

“Los tiempos cambian. Este museo no es un repositorio, ni un almacén”

Director del Museo Reina Sofía