Asier Odriozola ha presentado informativos en las dos cadenas de EITB, ha sido corresponsal de la cadena en Madrid y los últimos años ha estado en las radios del grupo vasco de comunicación. Desde hace mes y medio su perfil profesional se ha ampliado y está al frente de las tardes de ETB 2. Asegura divertido que alguien "me animó a que me animara a presentarme a un casting para Qué me estás contando". Y se animó, todo salió bien y ahora se enfrenta a dos horas y media de directo de lunes a viernes.

Sorpresas da la vida, ¿no? Un programa de tarde y fuera de informativos.

-La sorpresa también me la llevé yo. Hubo un casting, pasé la prueba y aquí estamos, en el charco, todas las tardes de lunes a viernes. Estoy muy contento.

Usted era un hombre de informativos.

-La verdad es que sí. Empecé hace muchísimos años en un informativo para chavales, después me fui de corresponsal a Madrid. A la vuelta, estuve presentando Gaur Egun y Teleberri durante once años. Más tarde hice un programa de variedades, pero con un perfil informativo, Azpimarra, y ahora esto.

También es un profesional de radio.

-Sí, he estado durante varios años en la radio, saqué la plaza, y de nuevo a la tele. Este es un viaje de vuelta.

¿Y qué tal ha sido el viaje de vuelta? ¿Se siente cómodo?

-Muy cómodo. Me siento muy bien. Es un formato que no había trabajado y me da opciones a una forma de hacer televisión más abierta que el informativo, que es sota, caballo y rey. Me da tiempo hasta a vacilar un poco, al menos en la primera parte, la segunda es de análisis político y hay que darle un poco más de seriedad.

A la política también habría que darle un toque más divertido.

-Y así lo hacemos siempre que podemos. Pero ese bloque es un poco más serio que el primero. Estoy muy contento porque estoy conociendo a un montón de gente, estoy muy cómodo y me siento muy bien acompañado. Este es un programa más laso de lo que es un informativo.

Más laso y también mucho más largo.

-Eso sí que es verdad, es una maratón diaria. Son casi dos horas y media de programa. Al principio terminaba muy cansado, pero creo que ya me he hecho y le he cogido el ritmo. Esto es como una maratón, al principio se te hace pesada, pero después vas cogiendo el ritmo y todo va bien, algo así me ha pasado a mí. Cada día me siento mejor y estoy disfrutando mucho, es lo importante. Estoy evolucionando un poco.

En estos momentos, la actualidad tiene muchos puntos calientes.

-Informativamente no corremos ningún riesgo de aburrimiento. La pandemia da para mucho y la cuestión política también está muy de actualidad y se está encendiendo bastante, aunque siempre lo está. No nos aburrimos en ningún momento y tenemos de qué hablar.

¿Siempre había soñado con estar en informativos de una televisión o una radio?

-No. Yo no había soñado con nada. Si soñaba, no recuerdo esos sueños después de despertarme. Lo mío fue todo muy casual. Estaba estudiando, me llamaron para hacerme una prueba en la radio. Me presenté y salió bien. Después, todo ha sido una sucesión de oportunidades y siempre he dicho que sí. Ese sí a todo me ha llevado por caminos diferentes hasta llegar al punto en el que tú y yo estamos hablando.

Un hombre fácil, ¿no?

-Ja, ja, ja... Más que ser un hombre fácil, he sido un hombre que ha tenido suerte. He estado siempre en el mismo oficio y me han salido muchas opciones para hacer cosas diferentes que creo que he aprovechado. Para mí, eso es una gozada, he tenido mucha suerte, creo que también he tenido un puntito de habilidad para saber sacar partido a esas opciones que se me han presentado.

Después de tantas opciones y tantos años, ahora se enfrenta a un nuevo reto.

-Lo que estoy haciendo ahora es disfrutar mucho con este nuevo proyecto y nuevo reto. Es un reto estar todos los días más de dos horas ante las cámaras, pero estoy muy a gusto. Si acepté este reto, es porque pensé y creí cuando me lo ofrecieron que tenía bastante margen de disfrute. Se está confirmando este pensamiento y la estoy gozando cada día.

Aun así, más de dos horas todos los días tiene que ser duro.

—Bueno, no digo que no. Es el chute de adrenalina que cansa y el que a la vez te da vida. Te anima, te hace ir al trabajo enchufado y con las ganas suficientes para enfrentarte a esas dos horas y media; también te enfrentas a momentos que no controlas, al directo. A mí me gustan estas sensaciones y las reacciones que pueda tener yo tienen más encaje. Antes, en un informativo, todo era más medido. Tengo más margen y eso me permite disfrutar de una forma diferente, más intensa y con más ganas.

La primera parte va dirigida a lo cotidiano, lo social, incluso a temas más frívolos. La segunda es una mesa política, más seria y contenida. ¿Qué le gusta más?

-Los temas políticos siempre me han gustado mucho. De chaval veía La clave con mi madre, no te cuento más...

Ha llovido mucho desde entonces, han pasado los años.

-Es que ya tengo unos cuantos. De hecho, me vacunan el martes, así que puedes sacar cuentas. Siempre me ha gustado la política, pero la otra la tenía dentro, pero la ejercía fuera de la radio o de la tele. Mi carácter es un poco juerguista, es sociable y abierto. Ahora he tenido la oportunidad de mostrar todo eso en este programa y lo disfruto mucho. Estoy desarrollando una faceta que nunca había tocado en el ámbito laboral.

¿Tenía previsto volver a la televisión?

-No tenía ningún plan, nada previsto en ese sentido. Pero ya llevo mes y medio en Qué me estás contando. Me siento bien, como en casa. No lo había pensado. No soy un hombre de ambiciones, de mirar para los lados, para arriba o para abajo y ver qué oportunidades hay a mi alrededor.

Se deja llevar...

-Y creo que me ha ido bien. Hago lo que me toca, pero no lo hago para conseguir algo, lo hago para disfrutar. Como te he dicho antes, he tenido suerte y a lo largo de mi camino profesional, me han ido saliendo oportunidades laborales y las he aprovechado de la mejor forma posible.

¿Echa de menos la radio?

-No. Pero igual que cuando pasé de la televisión a la radio, tampoco eché de menos las cámaras. Digamos que me adapto y sigo haciendo lo que siempre me he propuesto, disfrutar. Cuando doy un paso no miro hacia atrás. Ni estando en la radio miré lo que había hecho en la tele y tampoco ahora lo hago para ver lo que hice en la radio. No sé ni si terminaré como periodista, estoy abierto a todo.

Si apagamos las cámaras, ¿cuáles son sus aficiones fuera de un plató?

-Por encima de todo, la bicicleta. Es mi pasión. Haría cuatro horas de bicicleta todos los días si pudiera. También están mis niños, mi mujer, toda mi familia, mis amigos. Cosas muy normales, terracita y café. Me gusta mucho viajar. He viajado mucho, hasta hace poco, por supuesto. En su día, me gustaba mucho la lectura, ahora menos, los niños no me dejan. Ahora trabajo por la tarde y estoy menos con ellos y cuando estoy en casa me quieren para ellos todo el rato; mi mujer lo sufre un poco más, pero los niños me secuestran en cuanto pueden.

Y usted encantado.

-Por supuesto. Mi familia es mi pasión. Disfruto mucho cuando estamos todos juntos.

¿Qué es lo primero que hizo cuando terminó el estado de alarma?

-Nada especial. Tampoco es que durante el estado de alarma me sentí especialmente agobiado. Me he sentido más o menos bien, incluso teniendo en cuenta las restricciones.

¿Saldremos de este baile de datos algún día? ¿Se ve sin mascarilla?

-Estoy seguro, algún día dejaremos todo esto de lado. Habrá que tener paciencia.

¿Viaje a la vista?

-Hemos cogido alguna cosita. Viajaremos en verano, como la mayoría supongo.

¿Tenía algún país in mente cuando el año pasado el mundo se volvió del revés?

-Mira, en esto de viajar me dejo llevar bastante y mi mujer, que es una artista en lo de organizar viajes, me suele decir: Lo tengo, ya sé cuál es el destino. Me lo vende de tal manera que pienso que siempre he querido ir a ese sitio. La verdad, siempre acierta y consigue que se convierta en mi destino favorito. Teníamos in mente Argentina. A pesar de los niños, todos los años nos cogemos una semanita para irnos mano a mano por ahí. Estuvimos en Nueva York justo antes de la pandemia, que nos quiten lo bailao.

"He estado durante varios años en la radio, saqué la plaza, y de nuevo a la tele. Este es un viaje de vuelta"

"Es un formato que no había trabajado, me da opciones a hacer una televisión más abierta que el informativo"

"Durante el estado de alarma me he sentido más o menos bien, incluso teniendo en cuenta las restricciones"