El Ayuntamiento de Pamplona, Fundación Caja Navarra y Fundación La Caixa han colaborado con la Asociación Navarra de Autismo (A.N.A.) para sacar adelante el proyecto Bulit. Escucha la naturaleza. Bajo la dirección del artista pamplonés Mikel Urmeneta, la iniciativa muestra la diversidad, la especial sensibilidad y las dificultades con las que se topan a diario las personas con Trastorno del Espectro del Autismo (TEA).

La producción del cortometraje ha contado con la colaboración indispensable de niños y niñas con TEA, así como con rostros conocidos como Eva Hache, Mariló Montero o El Gran Wyoming. La idea parte de los dibujos de Mikel Urmeneta desde una perspectiva de originalidad y optimismo.

En cuanto a la presentación del proyecto, la cita tuvo lugar ayer viernes 25 de junio en el Palacio de Condestable. En este espacio, se compartió el making off del cortometraje que se estrenará el próximo miércoles 30 de junio en la Ciudadela. Entre los ponentes del acto, tomaron la palabra María García-Barberena, concejala delegada de Cultura e Igualdad del Ayuntamiento de Pamplona; Javier Fernández, Director General de Fundación Caja Navarra; e, Izaskun Azkona, delegada de Fundación La Caixa. A su vez, tomaron parte Mikel Urmeneta, creador del audiovisual, seguido de Amaya Ariz, presidenta de A.N.A. y productora ejecutiva de la iniciativa. El último interventor, Joel Úbeda, adquirió un protagonismo muy especial al tratarse de un niño con TEA que ha participado en el proyecto.

UNA MIRADA HACIA EL FUTURO La historia de Bulit. Escucha la naturaleza gira en torno a un niño de 8 años, representado como un pequeño toro humanizado. El pequeño, que padece TEA, descubre que la naturaleza puede comunicarse con él. En un momento dado, una margarita le pide ayuda para evitar que una gran tormenta que está a punto de llegar acabe con el bosque y el pueblo. Paso a paso, Bulit va conociendo a nuevos amigos, como lo son la oveja Karmelia o el mono Witib. Finalmente, todos ellos se unen para perseguir un mismo objetivo: que no ocurra la catástrofe.

En palabras de María García-Barberena, el cortometraje "nace de la necesidad de sensibilizar a toda una sociedad sobre la existencia de trastornos como el autismo". Siguiendo las mismas líneas, la concejala aseguró que "los prejuicios en el mundo empresarial existen" y la mejor forma de combatirlos es la "puesta en valor de la participación de niños con autismo en este tipo de producciones".

Por su parte, la colaboración entre ambas fundaciones es "fructífera de cara a impulsar proyectos que apuestan por otras formas de hacer las cosas", sostuvo Javier Fernández. A estas declaraciones, se sumaron las palabras de Izaskun Azkona, al comprender la cultura "como un espacio de reflexión, diálogo y convivencia imprescindible". Asimismo, la delegada de la Fundación La Caixa subrayó la importancia de "entender y valorar el entorno que nos rodea en su vertiente más social y transformadora posible".

Sin duda, los dibujos de Mikel Urmeneta mantienen una conexión con el mundo del autismo que era inimaginable en un principio. La mente pensante del proyecto afirmó que "las ilustraciones tenían alma". Así, "a través de ellas, podía ver la dificultad y, a su vez, la limpieza y la sencillez de los niños con TEA", expresó el creador.

Un cortometraje cargado de generosidad, compañerismo y altruismo. "Mañana nos tocará a nosotros y es esencial acercar las discapacidades mentales a la sociedad", mantuvo Amaya Ariz, presidenta de A.N.A.. Iniciativas como estas logran que participantes como Joel Úbeda puedan asegurar lo "mucho que se han divertido con Mikel" y lo "chulo que ha quedado el vídeo", compartió el niño.