ntes de recibir esa llamada, Álvaro Mel solo había tenido un par de papeles como secundario. Hoy, dos años después de que aquel teléfono sonara para decirle que su casting había encantado, el influencer y modelo acaba de estrenarse como protagonista en La Fortuna (Movistar+) y recibe los halagos de un Alejandro Amenábar para el que nunca soñó trabajar.

Y es que cuando Álvaro García Sierra (Salamanca, 1996) era niño, todavía no tenía pseudónimo y quería ser arquitecto, no se atrevía ni siquiera a soñar con ser actor, cuenta en una entrevista con motivo del estreno de esta producción, que es la primera serie del oscarizado cineasta.

“De pequeño no me había planteado llegar hasta aquí y dedicarme a esto profesionalmente porque lo veía como algo bastante inalcanzable e implanteable”, apunta Mel, que interpreta en la serie al joven diplomático quien, novato como él, se encuentra de bruces con el reto de reclamar a Estados Unidos un tesoro histórico.

El “petróleo de La Fortuna”, así ve Amenábar al ya actor salmantino. “Se me ocurren pocos o prácticamente ningún actor que tan joven hubiera marcado un arco de personaje tan interesante, defendiéndolo en inglés, en castellano y hasta en coreano”, contaba el cineasta a Efe hace unos días.

“Me siento muy orgulloso y me siento muy agradecido de todas esas palabras. La verdad es que he trabajado y estoy orgulloso y satisfecho”, responde Mel ante las alabanzas del nueve veces ganador de un Goya y una del Óscar, que ha llegado esta semana a Movistar+ con un proyecto puro de aventuras.

A Álvaro Mel lo acompaña en la entrevista Ana Polvorosa, su compañera en la serie, con quien comparte halagos. “Álex no sería nada sin el personaje de Lucía”, una funcionaria de Patrimonio con la que luchará codo con codo en esta historia inspirada en el caso Odyssey que Amenábar compuso en base al cómic de Paco Roca El tesoro del cisne negro.

Pese a que es novato en la actuación (solo había tenido papeles secundarios en las series Bajo la red, La otra mirada y un capítulo de Madres. Amor y vida), Álvaro Mel lleva ya años trabajando su imagen y viviendo de su trabajo como influente y modelo.

Apasionado de la moda, tiene, nada más y nada menos, 1,2 millones de seguidores en Instagram, red social en la que comenzó hace ocho años a subir imágenes de sus looks y retratos. Pronto comenzó a rentabilizar su imagen y abandonó la carrera de arquitectura que estaba estudiando.

Éxito en las redes

Se fue a Madrid y su entorno lo impulsó a hacer castings hasta que, tras los mencionados papeles, hizo uno en el que gustó mucho, sin saber que estaba peleando por ser el protagonista de Amenábar. Pese a su éxito en redes, Mel quiere dejar claro que no es esto lo que lo ha llevado a tener las marquesinas de medio Madrid empapeladas con su cara en el cartel de la serie. “Yo no me he formado como actor, pero el tema de las redes sociales no creo que tenga mucho que ver con el tema de interpretar. Yo he hecho el casting rigurosamente igual que Ana y al final los dos encajábamos en el personaje y así ha sido. Creo que en ese momento da igual que tengas redes sociales”, apunta. Mel, que será una de las incorporaciones de la segunda temporada de la serie Paraíso (Movistar+) de Fernando González Molina, ha descubierto en la actuación una forma de expresar su sensibilidad.

“Me considero una persona sensible y creo que esto es una herramienta para poder entrenar y aprovechar esta sensibilidad y aplicarla a algo”, explica el actor, que no siente vértigo al futuro, pese a lo complejo de que llegue un papel a la altura del de Álex Ventura.

Apasionado de la moda, Álvaro Mel tiene nada más y nada menos que

1,2 millones de seguidores en Instagram