- Izal publicó ayer Hogar, "una huida del sonido español" hacia una fórmula "más oscura y envolvente para hablar de enfermedad y recuperación, de hastío social y reconciliación con el mundo, pero también de amor en su álbum "más emocional".

"Este disco va de caerse y levantarse, de no tener miedo de volver a la vida, porque mucha suerte tienes que tener para no estar constantemente cayéndote y levantándote. Es un canto a eso, a no tener tampoco miedo al amor", explican.

El origen de su quinto disco de estudio está en la letra de una canción, Meiuquer, que su vocalista y compositor Mikel Izal escribió en las Navidades de 2018 durante un viaje al País Vasco para ver a su familia y que rescató el pasado verano, en el hastío y la "nada" de las cuarentenas. Ese Meiuquer, que es "réquiem" escrito al revés y que ellos resignificaron como un canto a la vida en vez de a la muerte, se convirtió en una canción premonitoria de los tiempos pospandémicos y encendió los motores.

"Es el disco en el que más se ha desnudado Mikel, en el que más dice con menos y en el que hemos roto muchas reglas preconcebidas", señalan, para apuntar que quisieron "tomar este riesgo a estas alturas".

Han sido dos meses de trabajo en la Sierra de Tramuntana de Mallorca para darle una textura particular a los cortes de la mano de los productores Brett Shaw (Lady Gaga, Foals) y Sancho Gómez-Escolar: "Lo bueno de este disco es esa oscuridad, que viene de que todas las pistas han pasado por grabadoras de cinta. Queríamos huir del sonido español, ese sonido hifi en el que todos los arreglos se escuchan muy limpios y diferenciados", concluyen.