? Tras pasar con éxito por la Azoka de Durango con su último disco, el grupo Oskarbi, que acaba de cumplir 55 años de andadura, prepara una serie de conciertos que hoy le llevan a Bilbao y en enero a Usurbil, donde ofrecerá en su localidad natal un homenaje a su admirado Joxean Artze, escritor, poeta, músico e "icono cultural euskaldun".

Oskarbi presenta las canciones de Kantua zuei (Elkar), un álbum en el que combina repertorio nuevo con recreaciones corales de algunos de sus clásicos, como Esperantzari o Mariñela, secundado por las voces de Loinatz Abestatza de Beasain. "Siempre hemos defendido la canción popular vasca", explica Joxelu Treku, uno de sus fundadores.

Además de en Bilbao y Usurbil, en febrero el grupo cantará en Lazkao, Oiartzun e Irun. El grupo guipuzcoano llega con un nuevo repertorio. Se acaba de presentar en Durango bajo el nombre de Kantua zuei y es el décimo segundo de una carrera volcada en la defensa del acervo musical euskaldun. El álbum incluye trece canciones, en las que se combinan las composiciones nuevas con adaptaciones corales de cuatro temas ya publicados con anterioridad. "No le tenemos miedo al número 13. De hecho, ya estuvimos en Ez Dok Hamairu", explica Treku.

"Como pensamos que hay que ser optimistas, le dimos muchas vueltas al título del disco. Suele ser con una canción que sobresale ante el resto, pero en este están casi todas a la par. Algo relacionado con la esperanza habría estado bien, pero ya tenemos una antología que incluía el término en su título", recuerda Treku.

Al final se decidieron por Kantua zuei y su grabación en los Estudios Elkar de Donostia estuvo lejos de ser sencilla, según explica uno de los fundadores del grupo. "Grabar lo vivimos como un maratón y un rollo debido a la pandemia. Empezamos antes de ella, pero lo paramos y fuimos volviendo poco a poco hasta la traca final, en primavera e inicios de verano. Se acabó con todos los protocolos", según Treku.

Kantua zuei, cuyo título se lo debe a la primera canción del disco resume la filosofía de Oskarbi, la de cantar para la gente con "armonías goxoak" y la defensa de un estilo clásico y atemporal, de sonoridad acústica y basado en la combinación de voces masculinas y femeninas conducidas por guitarras acústicas. Flautas y teclados embellecen la propuesta de canciones nuevas como Oskarbi kantu kantore, donde aluden a la armonía, coplas, bertsos, a Gandiaga y Ez Dok Amairu, la triste balada de desamor titulada Nigatik nigar o la melodía más bella del lote, Trinidadeak, con las voces femeninas como protagonistas.

"Las canciones nuevas las hemos compuesto en los últimos dos o tres años. Y en las letras incorporamos poesías de Artze, Juan García y Otxopeko, junto a alguna mía", explica Treku sobre el repertorio, que incluye una alegre y vivaz danza instrumental dedicada a Trebiño o las tradicionales Zein eder gizakumea, Soinu berriko koplak o Iturri zaharretik, esta con recitado inicial, y, en bastantes casos, con el refuerzo de arreglos de flauta, teclado y violín. Con las últimas incorporaciones recientes se ha ampliado el número de compositores. "Hay una sana competencia y, en este caso, hemos contado con tiempo y ganas de crear", según Truku.

La sorpresa principal de Kantua zuei es la participación del coro de voces mixtas Loinatz Abestatza de Beasain en cuatro composiciones ya conocidas de Oskarbi.

De un lado, un par consideradas como himnos por sus seguidores, como la icónica y positiva Esperan-tzari, a la que se suma Androkanto, que surgió en los 70 tras su acercamiento a Oteiza. Las más recientes son Mariñela y Mendira naiz, incluidas en su penúltimo disco.

Junto a Treku y otro de los fundadores de Oskarbi, el cantante y guitarrista Iñaki Maritxalar, suenan las voces de Maite Azkorreta, Bakartzo Maritxalar, Alaitz Guridi, Oihana Lekuona y Carlos Ruiz, este último también al acordeón. Al grupo le acompañan Gontzal Iñarra (flauta), Maite Aldaragia (violín) y Manex Iñigo (piano). "Necesitábamos savia nueva porque nos conocíamos de sobra, tanto nuestros defectos como las virtudes. Además, la gente nueva que ha entrado sabe más de música que nosotros y tiene otras perspectivas. La unión de veteranía y juventud nos da una vida especial. Diría que ahora estamos mitad y mitad en cuanto a edad", según Treku.

Oskarbi fueron "misioneros" de la canción euskaldun en sus inicios. "Ahora todo está más medido, hay buenos equipos y luces. Tenemos muchas anécdotas de los inicios, donde tocamos casi hasta en árboles. Y luego estaba la censura, claro", rememora Treku. En noviembre cumplieron 55 años de andadura aunque su debut llegó en 1969. "Es una realidad histórica que de aquella época solo quedamos Benito Lertxundi y nosotros. Bueno, también algunos miembros de Mocedades, que salieron a finales de los 60 con un grupo llamado Voces y Guitarras", apostilla.

Treku reconoce que el hecho de no ser profesionales les ha podido ayudar, aunque en su primera década de carrera solían tocar "unas 70 veces" al año. "Luego se fue pausando todo aunque nunca llegamos a parar", reflexiona el músico guipuzcoano.

En su opinión, Oskarbi "mantiene su hilo conductor desde aquellos tiempos en los que nació la nueva canción vasca", que pasa por la defensa del euskera, el alimento de la poesía euskaldun (de Oteiza a Gandiaga o Artze) y su particular estilo vocal. "De hecho, empezamos con las voces, para luego ir sumando instrumentos", indica. "Al principio de la canción vasca había poco uso de las armonías vocales. Incluso Oskorri tenían menos voces. Ellos, Natxo en especial, despotricaba de la canción popular vasca. Hablaban de canción obrera y a nosotros nos llamaban folcloristas", concluye Treku.