Tras su primer trabajo discográfico internacional, que vio la luz en 2019 de la mano del músico Craig Klein, la asociación Pamplona Jazz y, más concretamente, la Pamplona Jazz Orquesta, presenta su segundo trabajo, que cuenta con la colaboración de uno de los compositores y arreglistas más importantes del jazz internacional, el trombonista Ilja Reijngoud: Pamplona Jazz Orquesta meets Ilja Reijngoud.

La presentación será mañana a las 19.30 horas en Baluarte, un concierto muy especial por el trabajo que estrenan y porque será un concierto inclusivo y abierto a personas sordas, que podrán disfrutar de la música gracias a unos chalecos hápticos. El precio de las entradas es de 15 euros por adelantado comprando en taquilla o en la web de Baluarte y de 19 el día del concierto.

Se trata de un disco que comenzó a gestarse en pleno confinamiento; en 2020 Reijngoud aprovechó el encierro para componer arreglos para Big Bands y decidieron trabajar juntos. Como relató Iñaki Rodríguez, líder de la agrupación, director artístico del disco y saxofonista, cuando la pandemia dio algo de tregua se dispusieron a ensayar en grupo, tras haberse repartido los arreglos de Reijngoud.

Todo un reto, ya que su lugar habitual de ensayo no estaba “muy bien acondicionado acústicamente para tocar muy separados”, por lo que era “una locura” ensayar. Pero vieron “que era una música muy bonita y muy bien construida, la gente se empezó a motivar y empezamos a ver cómo y dónde podíamos grabarlo”. Escogieron Elkar Estudios, en San Sebastián.

La grabación fue posible gracias a mecenas a través de Verkami, ayudas a la edición del Gobierno de Navarra, MECNA y a los recursos de la asociación, ya que “producir un espectáculo así es muy costoso”. Gracias a ellos se pudo llevar a cabo la grabación, en 2021, que unió a los músicos navarros con los Países Bajos. El disco vio la luz en formato digital, CD y vinilo.

El concierto del sábado será, como afirmó Rodríguez, la única oportunidad de ver a Reijngoud, y también “una manera de mostrarlo a los mecenas y personas que nos han apoyado en todo este tiempo”, apuntó el músico. Además, el disco se presenta en casa, lo que es “un triunfo” para el grupo. “Es muy gratificante ver un trabajo que ha costado tanto y que se ha gestado en una época así”, expresó. Un trabajo complicado de mover, ya que aunque están “abiertos a hacer presentaciones en festivales de jazz”, mover una Big Band es “complicado” y “titánico”, y necesitan un apoyo.

Pamplona Jazz Orquesta meets Ilja Reijngoud no es “el típico repertorio que la gente puede esperar”. Son temas que beben de muchos estilos, como el rock ecléctico, el latin jazz o el jazz fusión “con una calidad de composiciones y arreglos muy potente”.

Uno de los objetivos de Pamplona Jazz siempre ha sido trabajar conjuntamente con gente que está empezando en el jazz y gente que ya tiene más experiencia, explicó Rodríguez. “Y a su vez, que los que llevamos muchos años podamos trabajar con gente que nos enseñe”, un objetivo que con Reijngoud está “más que cumplido”. Para ellos “es un honor y un lujo poder trabajar con él y tocar su música, que está hecha al dedillo para nosotros”.

Música para sentir

Pamplona Jazz lleva tres años trabajando en un proyecto inclusivo para las personas sordas que se basa en su inclusión en el ámbito cultural y en los conciertos. “Queremos que puedan salir de su círculo y que disfruten de la cultura como todo el mundo”, expresó Rodríguez, y por eso han preparado un ciclo en el que todos los conciertos estarán abiertos a las personas sordas. “Que no sea una inclusión sobre el papel, sino real”, continuó, y para ello trabajan con unos chalecos hápticos que vibran con el sonido. Tras tres años de desarrollo, cuentan con un sistema inalámbrico por bluetooth que ayuda a sentir la música.

Así se llama su proyecto, Música para sentir, que tiene el apoyo de Fundación La Caixa y la colaboración de la Asociación de Personas Sordas de Navarra (ASORNA) para hacer talleres y conciertos. “Hemos ido creciendo en la parte inclusiva y estos proyectos están funcionando muy bien”, afirmó Rodríguez, y por ello el objetivo es darles más continuidad manteniéndolos todo el año de forma quincenal. “Es muy importante trabajar la inclusión en cada una de las cosas que hacemos, porque se merecen disfrutar de la vida y desconectar como cualquiera de nosotros”.Iñaki Rodríguez, director artístico: “Es un honor y un lujo trabajar con Reijngoud y tocar su música, hecha al dedillo para nosotros”.