Muere un futbolista profesional en un partido y la culpa es, cómo no, de los médicos de su equipo. Muere un atleta en una carrera popular -ocurrió el domingo en el Medio Maratón de Madrid- y el culpable es el deportista, por hacer ese esfuerzo y/o por no someterse a un buen análisis médico (que nunca será tan exhaustivo como los que pasan los futbolistas profesionales). La muerte súbita en competición es tan impactante que hay que buscarle causa y culpable para quedarnos tranquilos. En España mueren 20.000 adultos al año de muerte súbita (más de 54 al dia), pero parece que sólo le pase a los deportistas y que el deporte sea un factor de riesgo mortal como el tabaco o la obesidad.