bilbao. El interés del club rojiblanco por el navarro, de 26 años, no es nuevo. Los primeros tanteos se remontan a la primera etapa del hoy colchonero en Osasuna (2004-07), club en el que se reivindicó de la mano de Javier Aguirre. La Junta Directiva presidida entonces por Fernando Lamikiz, bajo el visto bueno del técnico Javier Clemente, intentó sin suerte un acercamiento con el de Zizur, que se destapó con una declaraciones en las que mostró muy poco afecto hacia el Athletic, con lo que se ganó en Bilbao una impopularidad que prácticamente perdura hasta la fecha.

El exosasunista se inclinó por la oferta que le llegó desde el Atlético de Madrid, en el que cumple su sexta temporada. Hace tres cursos, la entidad bilbaína, bajo la presidencia de Fernando García Macua y por petición de Joaquín Caparrós, llevó a cabo un nueva intentona por hacerse con los servicios del centrocampista. La operación consumó algunos avances durante un par de conversaciones, pero se fue al traste por el alto coste que suponía y porque el club madrileño no estaba dispuesto a desprenderse del futbolista, al que le representa Bahía Internacional, la misma agencia que lleva los asuntos de Javi Martínez, Nacho Monreal o César Azpilicueta, entre otros.

La situación de Raúl García ha variado de forma considerable. Y el Athletic tiene conocimiento de que el Atlético de Madrid no pondría en esta ocasión muchos impedimentos para la salida de un futbolista al que le resta dos años más de contrato en la entidad del Manzanares. "Es una operación que se valorará si no implica un importante esfuerzo económico y si el jugador se pone prácticamente a tiro", indican en el club rojiblanco, conocedor de que en caso de que se consumara el fichaje del navarro, le tocaría hacer un trabajo de campo para desactivar ese punto de impopularidad que le lastra en la masa social athletizale.

El mismo Josu Urrutia apuntó en su última comparecencia pública que el Athletic valorará la posibilidad de realizar fichajes, pero sin que el club "se vuelva loco" en cuanto a las cantidades que tenga que desembolsar. Es en este detalle el que entraría a analizar la Junta Directiva que preside, consciente de que tendría que negociar con el Atlético de Madrid, al margen de con el jugador, el coste de esa hipotética operación, ya que la cláusula del navarro, fuera de mercado, se eleva a 25 millones de euros. La actual ficha de Raúl García ronda los 1,8 millones más variables.