ESPAÑA Pérez de Vargas, Aleix Gómez (5, 2p), Maqueda (6), Casado (3), Chema Márquez (1), Ángel Fernández (1) y Figueras -equipo inicial- Corrales (ps), Gurbindo, Peciña, Sarmiento (1), Solé (2), Ariño, Gedeón Guardiola (3), Tarrafeta y Sánchez-Migallón (1).

NORUEGA Bergerud, Bjornsen (2), Reinkind (4), Gullerud (5), O’Sullivan, Sagosen (4) y Barthold (6, 1p) -equipo inicial- Saeveraas (ps), Aga, Overjordet (2), Overby, Toft (4), Tonnesen, Gulliksen, Blonz y Rambo.

Marcador cada 5 minutos 2-1, 2-5, 5-10, 9-12, 10-13 y 11-14; 14-17, 18-20, 19-22, 19-24, 21-26 y 23-27.

Árbitro Pavicevic y Raznatovic (MNE). Expulsaron por tres exclusiones al jugador noruego Vetle Aga (m.60). Además, excluyeron dos minutos a Maqueda y Casado por España, y a Toft, Overby y Tonnesen por Noruega.

Estadio Ondrej Nepela Arena de Bratislava.- La selección española de balonmano deberá esperar para sellar la clasificación para las semifinales del Europeo de Hungría y Eslovaquia tras perder por 23-27 ante Noruega, en un encuentro en el que nunca encontró respuesta al juego del equipo nórdico. Una derrota, la primera de los de Jordi Ribera en este Europeo, que no impedirá a los Hispanos llegar a la última jornada, en la que se medirán con la ya eliminada Polonia, dependiendo de sí mismos para acceder a la lucha por las medallas.

Las dificultades ofensivas y defensivas de España permitieron a los nórdicos situarse con una ventaja de cuatro tantos (4-8). La situación pareció cambiar con la salida a la pista del central Dani Sarmiento, que dio un poco más de continuidad al juego ofensivo del equipo español, lo que no tardó en traducirse en una mejoría en su efectividad (8-10). España frenó las rápidas transiciones del equipo noruego. Una circunstancia que, unida a la irrupción del portero Gonzalo Pérez de Vargas, pareció situar a España en el camino de reconducir la situación, pero de nuevo la falta de acierto en ataque, ante una Noruega cada vez más cerrada sobre la línea de seis metros, acabó con las esperanzas de remontada del equipo español. España llegó al descanso con tres goles de desventaja (11-14) que la obligaban a un cambio radical en el segundo período. Algo había parecido cambiar en el equipo español, que aferrado al brazo de Maqueda pareció encontrar el camino para hacer daño a una defensa noruega que había vivido hasta entonces muy cómoda. De hecho, España llegó a situarse a los cuarenta minutos a tan sólo un tanto en el marcador (19-20) con un gol de Agustín Casado, que definitivamente ocupó la posición de lateral izquierdo.

El problema, sin embargo, era que la mejoría ofensiva del equipo español no estuvo acompañada por un paso adelante de la defensa, incapaz de frenar los latigazos de Harald Reinkind y Erik Toft que volvieron a disparar de nuevo la ventaja noruega a cuatro tantos (19-23).

Sin defensa poco podía hacer el equipo español que perdió la fluidez y el acierto que había logrado en el inicio de la segunda mitad. España estuvo más de once minutos sin marcar y Noruega alcanzó su máxima ventaja (19-24). Un tiempo en el que los jugadores españoles lograron al menos reducir su desventaja a cuatro tantos (23-27), los mismos por los que ganó a Suecia, lo que podría tener su importancia si se produce un triple empate entre españoles, noruegos y suecos, que se medirán entre ellos en la última jornada.

Motivados. Aleix Gómez destacó el nivel de los Noruegos pero no le quiso quitar méritos a su equipo. “Han jugado muy bien, pero en nuestro ADN está no dar nada por perdido”, dijo. De cara al duelo crucial ante Polonia, donde se juegan el pase a las semifinales, el extremo comentó: “Está en nuestra mano pasar a semifinales”. Pese a que Polonia está eliminada, Gómez no se fia de ellos y mencionó que hay que salir a por todas, que “aunque no se juegue nada, son competitivos y van a querer ganar”. Por último, advirtió que siguen trabajando, con las mismas ideas y objetivos que antes.