El triunfo copero del miércoles contra el Valladolid y las buenas sensaciones generadas durante el partido han conferido un extra de motivación al Helvetia Anaitasuna para el duelo de este sábado ante el Bidasoa Irun, que supondrá la vuelta a la competición liguera tras más de mes y medio de parón.

El derbi ante los irundarras en casa (20.30 horas, Navarra TV y LaLigaSports) abre una segunda vuelta para los navarros cuyas ambiciones van más allá del octavo puesto que ocupan ahora mismo y con el que cerraron el año. El objetivo es quedar lo más arriba posible y ello implica no renunciar a nada, ni siquiera a luchar por una plaza europea. Para ello, es necesario ir paso a paso. O como dice el tópico que enmarca una gran verdad, ir partido a partido. Y el primero de estos choques es el de este sábado en casa frente al Bidasoa Irun, uno de los rivales con mayor potencial de la categoría y que siempre está en la pelea por el segundo puesto del campeonato.

El Helvetia afrontará este derbi con una mayor confianza tras la victoria de esta semana en la Copa del Rey ante el Recoletas Atlético Valladolid. El equipo de Quique Domínguez se impuso por 33-39 a los vallisoletanos en la ida de la tercera ronda del torneo y, además de dejar encarrilada una eliminatoria que deberá rematar la semana que viene en La Catedral, disipó cualquier duda acerca del nivel competitivo que pudiera exhibir sobre la pista. El técnico gallego no ha podido contar con los internacionales Juan Bar, Nicolás Bonanno y Arthur Pereira durante el parón invernal. La enfermería ha arrastrado jugadores lesionados de la primera vuelta, si bien Antonio Bazán ya se ha recuperado y está de nuevo en acción sobre la pista. Y el fantasma del covid ha sobrevolado de nuevo a una plantilla que ya se ha visto golpeada esta temporada por la pandemia, aunque esta vez sólo ha habido un contagio.

Con todos estos nubarrones desvaneciéndose ya, el derbi de este sábado se afronta con otra motivación. Con otra cara. Con una actitud más positiva. Los últimos duelos ante el Bidasoa se han caracterizado siempre por su enorme igualdad, por finales agónicos como el protagonizado en la primera vuelta, en el debut liguero. En la retina de muchos está aún el siete metros detenido por Xoan Ledo a Carlos Chocarro a falta de 22 segundos y ese 26-25 final que dolió en exceso tras un gran partido de Anaitasuna -y en especial de Juan Bar en la portería-.

El Helvetia no quiere que este final se repita este sábado, como tampoco quiere mantener el guion de las últimas tres temporadas en su feudo, donde no ha podido ganar a los irundarras. El curso pasado perdió por un ajustadísimo 26-27; hace dos, empató a 28; y hace tres, el resultado fue de 19-27.

Es hora, por lo tanto, de cambiar la historia. Para ello será necesario el apoyo del público, de una afición que con su empuje puede ayudar -y mucho- a que los dos puntos se queden en casa. El Bidasoa, que viene de ganar también en la Copa con solvencia ante el Benidorm, tendrá garantizado igualmente el respaldo de sus seguidores, que alentarán a un equipo -cuarto ahora mismo- al que le espera un exigente febrero con diez partidos, entre ellos los aplazados ante el Bada Huesca y el Valladolid, y los dos de la EHF European League contra el TATRAN Presov y el Füchse Berlín. La fiesta del balonmano está asegurada."Bidasoa demuestra mucho oficio"

Quique Domínguez calificó esta semana al Bidasoa Irun como un rival que demuestra “muchísimo oficio” a la hora de jugar y confió en romper con el maleficio de que los últimos duelos, “siempre igualados”, caigan del lado rival. “Desde que estoy aquí, los partidos ante el Bidasoa siempre han sido muy igualados y parejos, pero siempre han caído de su lado. Tenemos muchas ganas de que esto deje de ser así”, deseó.

Para el técnico gallego, el derbi de este sábado será de “una exigencia muy grande”. Recordó que, respecto al partido inaugural donde Anaitasuna perdió por 26-25, el Bidasoa “ha ido creciendo y recuperando algunos jugadores” durante la primera vuelta. “Nosotros ya tenemos a Antonio Bazán después de tres meses. Es una pieza muy valiosa en todos los sentidos”, subrayó.

Asimismo, Quique Domínguez confía en mantener durante gran parte del partido “esas fases de buen juego, de intensidad defensiva y ritmo alto en las transiciones”. E incidió en que su plantel es “ambicioso” respecto a los objetivos. “Nuestra idea va a ser aspirar a ganar más partidos y a estar lo más arriba posible, sin quitar el ojo a la Copa, donde queremos hacer un buen papel”.