Asegura el extenista Marat Safin que Federer (37 años) y Nadal (32) llevan quince años dominando el tenis mundial “porque los demás son muy malos”. O, dicho de otra manera, que en las siguientes generaciones no ha habido un solo tenista que haya echado de la pista a raquetazos a ese par de carcamales. Tan solo Djokovic (casi de la edad de Nadal) les discute los grandes títulos, y no siempre. Acto seguido vemos a Alejandro Valverde, a sus 38 años, ganando por velocidad etapas en la Vuelta; a Joaquín, a sus 37, resolviendo el derbi andaluz; y a Pau Gasol (38), Fernando Alonso (37) o Aimar Olaizola (38), y, al margen de que nos alegramos de que los viejos rockeros sigan en el escenario, nos preguntamos qué fue de aquella teoría de que a partir de los 30 años llega el declive deportivo. A ver si va a ser que las excepciones se están convirtiendo poco a poco en norma y hay que ir modificando en el deporte las fechas de caducidad.