donostia - Una vez acabada la Liga, comienza el proceso de análisis, reflexión, autocrítica y la planificación, en la que no pueden repetir los mismos errores del año pasado. Si bien es cierto que la Real ha finalizado en un noveno puesto, que es el mismo que ocupa en una hipotética tabla de presupuestos del campeonato, la sensación que ha dejado la campaña es de suspenso. Una nota insuficiente y, sobre todo, mucha frustración por no estar a la altura de las expectativas generadas por el nuevo proyecto.

A nadie se le escapa que el principal error ha estado en los refuerzos del equipo. Algo crucial no solo para marcar diferencias, sino también para permitir que los jóvenes en un club de cantera como el txuri-urdin vayan aterrizando y adaptándose a la elite. Roberto Olabe dejó claro cuando regresó al club que no era un fichador, pero es una materia vital que está implícita en su cargo. Si no lo es, como ha quedado demostrado a la primera, será otro quien debería asumir esa responsabilidad. El director de fútbol trajo cuatro incorporaciones claves. La del entrenador Asier Garitano, al que despidió en diciembre por no creer en él pese a no estar en una situación alarmante; Mikel Merino, por el que se pagaron 12 millones al Newcastle; y las dos cesiones, por un importe similar, de Sandro y de Theo. El navarro es el único que ha estado cerca de lo esperado, más que nada por su notable final de campaña, ya que su rendimiento ha sido demasiado irregular en el resto. La aportación de los jugadores a préstamo ha sido dramática, y han terminado olvidados, que es en gran parte el peligro de las cesiones sin opciones de compra.

Estaban avisados, tuvieron suficiente tiempo para buscar otras alternativas y no lo hicieron. Y lo han pagado caro. Como ha declarado Jesús Mari Zamora en la Cope, “lo único que ha funcionado ha sido lo imprevisto”. Muchos discuten que no ha sido un fracaso la temporada, pero si se analiza el rendimiento uno por uno de los que iniciaron la campaña, solo aprobarían sin discusión Oyarzabal y Zubeldia. Y se podría debatir si Zaldua y Llorente también. El resto, no. Esto provoca que se esperen cambios, algo que ya anunció en su día Imanol. Lo que pasa es que ahora, una vez finalizado el curso, parece que no se quiere ir nadie si se tienen en cuenta los mensajes en las redes sociales o las declaraciones de futbolistas que llevan meses apuntando a la salida.

De momento, la plantilla coge vacaciones mañana y solo hay dos salidas confirmadas, las de Theo y Sandro por la puerta de atrás. La misma por la que se irá casi con total seguridad un Juanmi que ha desperdiciado demasiadas oportunidades para marcharse a hombros. Una pena. Por el contrario, está confirmada la llegada de Modibo Sagnan y se encuentra a la espera del comunicado oficial la del portero Álex Remiro (esta llegará en julio). Para apuntalar el plantel de cara a la próxima campaña, todo parece indicar que habrá un mínimo de tres fichajes más. Un lateral izquierdo, un delantero y un extremo es la lista de la compra que baraja actualmente la dirección deportiva a la espera también de lo que suceda en la temida e imprevisible Operación Salida.

Habrá movimientos en todas las líneas. En la portería la incorporación de Remiro provocará la salida de uno de los dos metas de este curso. El elegido del club para marcharse era un Gerónimo Rulli que es internacional argentino y que, a los 27 años que cumplió ayer, cuenta con cartel en el mercado. El platense, que estará en la lista definitiva para la Copa América, ha insistido en que no tiene intención de irse, pero tras el último partido en Anoeta se sacó unas fotografías junto a su mujer en el terreno de juego que sonaron a despedida.

En los laterales, se da por seguro que estarán Zaldua y Aihen Muñoz, que contará con dorsal del primer equipo. En la derecha, al margen del comodín Aritz Elustondo, se baraja la opción de ceder a Gorosabel, que se ha perdido más de media campaña y que no termina de recuperarse de su lesión en el metatarsiano. Y en la izquierda, la de Kevin, porque volverá a llegar un fichaje tras el sonoro fiasco de Theo. En el centro, Moreno, que ha acabado muy bien el curso y tiene contrato hasta 2021, podría quedarse hasta el mes de enero para recalar después en la MLS americana. El mexicano por ahora lo niega todo y se ve al 100% en la Real, como declaró ayer en Gara. Navas está a la espera de firmar su renovación y con Llorente habrá que aguardar si no llega una suculenta oferta como lleva tiempo anunciando en Anoeta su entorno. Si se confirma y sale, y pese a que subirá Le Normand, lo normal es que la dirección deportiva acuda al mercado para ocupar su hueco.

El centro del campo es lo que menos se va a retocar. Con un año más de contrato, la incertidumbre se cierne sobre la continuidad de Rubén Pardo. La afición dejó claro con la atronadora ovación con la que le despidió ante el Real Madrid que quiere que siga. La pelota está en el tejado de Olabe, porque Imanol cuenta con él como lo ha confirmado con la confianza que le ha dado. No se esperan más modificaciones en la medular, salvo la subida de Ander Guevara, que aún no ha renovado y podría salir prestado.

En los extremos es donde se producirán movimientos seguro. Aunque ya ha comenzado a sonar como posible refuerzo de varios clubes antes incluso de que vuelva a aparecer en el escaparate del Europeo sub’21, Mikel Oyarzabal parece tener clara su continuidad como referente txuri-urdin. Eso sí, como siga a ese nivel, cada año será más complicado retenerle porque será más grande el potencial de sus pretendientes.

Adnan Januzaj es otra de las carpetas calientes del verano realista. No se discute su calidad, pero sí su actitud y su compromiso, como ha hecho público el propio Imanol. El club escucha ofertas, aunque no va a resultar sencillo que lleguen propuestas altas. Mientras, el jugador dijo en MD que no le importaría estar toda su carrera aquí. Barrenetxea también puede tener dorsal, salvo que prefieran tenerle a caballo entre el filial y el primer equipo, y Merquelanz arrancará en igualdad de condiciones la pretemporada. Llegará el extremo que no se fichó en verano.

Con Willian también habrá que estar alerta. El brasileño ha repetido que quiere quedarse muchos años, pero, pese a su mediocre final de campaña, el mercado del gol siempre está expuesto a sorpresas. Se hará lo que decida el club. Si se queda, el elegido para reforzar la delantera es Borja Mayoral, porque Bautista se irá cedido (apunta a Osasuna). La dirección deportiva ya ha iniciado la negociación con el Madrid.