parís - El futuro de Neymar está ahora mismo en manos de Ousmane Dembelé y del emir de Qatar, Tamim ben Hamad Al Thani, los dos hombres que pueden desbloquear su traspaso al Barcelona o condenarle a vivir una temporada más en el PSG.

Según publicó ayer en su edición digital L’Équipe, las conversaciones entre ambos clubes prosiguen ahora en la distancia, un día después de la reunión en París en la que cada uno fijó sus posiciones y se llegó a un terreno de entendimiento. El jugador ha sido valorado en unos 170 millones de euros, una cifra aceptada por ambos, pero ahora tienen que ponerse de acuerdo en la forma en la que se efectúa el pago, aunque la última palabra la tiene el emir Al Thani, cuya reacción es imprevisible.

L’Équipe asegura que en las últimas horas el Barcelona ha propuesto 130 millones, al croata Ivan Rakitic y la cesión por una temporada de Dembelé, que ya jugó bajo las órdenes de Thomas Tuchel en el Dortmund y que tiene una gran complicidad con Kylian Mbappé. Eso además liberaría dos contratos altos para que el Barça pueda asumir la ficha de Neymar.

Sin embargo, el agente del delantero francés del conjunto catalán, Moussa Sissoko, aseguró ayer que su representado no quiere dejar el Barcelona y convertirse en moneda de cambio en el traspaso de Neymar. “Él se va a quedar en el Barça al cien por cien”, dijo su agente en declaraciones a Telefoot. “No hay posibilidad de que se vaya. Quiere y seguirá en el Barça”, añadió Sissoko. Parece evidente que el exatacante del Dortmund, de 22 años, no quiere abandonar la Ciudad Condal tras sólo dos temporadas en el Barça, aunque habrá que ver cómo se desarrollan los acontecimientos. - Efe