PAMPLONA - A sus 38 años, Xabi Maia se estrena en Tercera en el puesto de Jesús Pilar con el desafío de salvar al Baztan.

¿Cómo afronta el reto?

-Es un reto mayúsculo. Me ha pillado por sorpresa, porque a estos niveles no sabes hacia dónde va a mirar el club. Muchas veces se mira hacia fuera y el club ha decidido que seamos gente de casa la que asumamos el reto. Es una oportunidad y ahora toca trabajar para estar a la altura.

El objetivo es salvar al equipo.

-Sí. Las alarmas estaban encendidas y la situación es complicada. Estamos en el agujero y las previsiones de los equipos navarros de Segunda B no son halagüeñas, pero el objetivo es la permanencia.

La plantilla tuvo bajas importantes en verano.

-El Baztan es un equipo de casa, que se nutre sólo de gente del valle y cada año es un reto mantener el bloque. Nos honra poder aportar gente a distintos clubes. Año a año, las pérdidas son sensibles cuando faltan tres o cuatro piezas a un engranaje ya de por sí escaso. Se nota en el rendimiento. En función de las hornadas seremos un equipo que suba o que baje y no nos llevamos ninguna sorpresa si hay años más complicados. Hemos perdido a Elur, a Xabi Gil... que son bajas sensibles. La situación es la que es.

Llega del juvenil del Baztan. Conocerá bien las hornadas.

-A muchos de los jugadores los tuve hace años. Entrené al Baztan en Primera Regional y ya me he movido por estos barros. El club dio el salto porque llegó una generación muy buena. Hay años más fructíferos que otros, pero todo pasa por trabajar la cantera y eso es lo que está haciendo la gente del club de forma altruista. En la Real están Jon Pacheco, Jon Karrikaburu y Oihan Obregozo; en Osasuna Promesas, Elur Meoki; en la Peña Sport, Iñaki Azpiroz... Es un orgullo que gente del valle esté aspirando a cotas mayores.

También han influido en la marcha del equipo las obras en el campo.

-Se ha juntado todo. Las bajas sensibles, las obras del campo que nos han hecho jugar fuera, una pretemporada corta, un arranque dubitativo... Las circunstancias son esas y la labor de Jesús Pilar ha sido impresionante. Ha trabajado mucho y ha hecho un gran esfuerzo para buscar todas las alternativas. Si no ha dado sus frutos, el club ha buscado un estímulo para crear otras dinámicas. El fútbol es cosa de cabeza muchas veces y buscan que el equipo logre dar otra versión. Regenerarnos mentalmente y crear dinámicas ganadoras. Si se traduce un puntos, mejor. Pero el trabajo anterior ya era bueno.

¿Con ganas de empezar?

-Sí, ya con mono. El tiempo apremia y tenemos un inicio complicado ante Peña Sport y Pamplona. El calendario es el que es y tenemos trabajo por delante. Los chavales necesitan ese plus de motivación y esta semana empezaremos a trabajar.

¿Había soñado con llegar a Tercera?

-El fútbol era mi gran pasión desde joven y me saqué el carnet nacional. Con 20 años me saqué el primer nivel y son años en los tienes el sueño de que te den una oportunidad. Tras un tiempo en Regional, ya ves que es complicado. Después paré y decidí volver al Baztan para ayudar en la cantera. Ahora, por unas razones que no son nada bonitas, porque se va un compañero, intentaré hacerlo lo mejor posible. Me he rodeado bien de gente que conoce la categoría y ya me he suscrito a Footters. Peña Sport-Pamplona fue el primer partido que vi.